sorprendió en el cartel vial como Ponte Nova, en el más puro estilo visto en el Brasil. ¡Si nos acordamos de las pontes en el supuesto Mato Grosso ...!
Y ahora, en el pueblo de Meira, se escucha la gente hablar algún idioma con inflexiones de portugués. Y lo acabamos de ver, negro sobre blanco, en un aviso a la población, fijado en la entrada de la iglesia: "Tódolos vecinios/vecinias que sacrifiquen porcos no seu domicilio deben face-la inscripción cunha antelación de dous días; además: xa poden traer as mostras dos porcos pare a sua analise o centro de saude".
Otra consciencia gallega se nos hizo obvia de inmediato; y los Gallegos obviamente la chupan ya con su leche: en un camión-cisterna de leche, leímos "Leche de Galicia" y, en más grande, la marca "Celta". Sí, nos dijo un vecino, tenemos más raíces en común con los Irlandeses que con los demás Españoles.
Aquí vamos a pernoctar.
Mientras cenamos, en la radio estamos escuchando las noticias en gallego. No sabemos cómo nos sonaría si no hubiésemos tenido seis meses de portugués en el Brasil, pero así, nos parece muy natural.
Noticia mayor; hubo, el otro día, un programa en la televisión que superó en audiencia cualquier campeonato de fútbol en España: la boda real de la Infanta de España, en Sevilla (cuando nosotros estábamos en Altamira).
Hablando de radio, tenemos comentarios sobre radiodifusión, billetes, monedas, y demás cosas; pero cuando haya tiempo.
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Esta mañana, siguiendo por Galicia.
A pocos kilómetros de Meira, encontramos y visitamos, tal un recordatorio de sitios arqueológicos americanos primitivos, en particular de las pircas en los bajos Andes argentinos, una aglomeración de dos o tres decenas de fundaciones de piedras - de viviendas, cocinas y depósitos - en plantas tanto angulares como curvas, aglomeración anidada en el centro de un perímetro defensivo. Y, a más de recordatorio, un símbolo, en combinación con los sitios americanos, de la universalidad del anhelo de cualquier grupo humano, donde fuese, cuando fuese, de tener hogar y seguridad. Este grupo lo sintió aquí, el anhelo, en los siglos III a V d.C., bajo influencia tardía romana. Es el Castro de Viladonga.
Las ruinas
Más indicios del "particularismo" de los Gallegos, como dicen los Franceses de los Bretones. Un indicio es la "rectificación" de todos - todos - los carteles, >>>>>>>>