tipificador, llegamos al segundo de los dos lugares que queríamos visitar en la franja de fenómenos volcánicos mencionada anteriormente.
El camino está despejado de nieve, pero solamente a la mitad de su ancho normal, y las paredes de nieve a ambos lados de este corte siguen creciendo a cada paso; en este momento, estarán en aproximadamente 2,5 metros de altura. La mezcla de nieve y niebla, que a nosotros nos parece tan rara, y que ya encontramos en la bahía de Hudson, creemos que fue, también se da aquí; solamente que, aquí, la niebla está bastante espesa y se está poniendo cada vez más espesa. De manera que tenemos la situación poco común de viajar por un corredor angosto y alto de nieve, densamente lleno de niebla, o sea blanco sobre blanco; pero no nos podemos quejar - el buen lado de la situación es que, encarrilados como estamos en nuestro corredor, lo peor que pueda pasar es que rocemos una pared de nieve y no que caigamos en una zanja o en un precipicio.
Llegamos a una cumbre que se dice ser de un cráter, que se dice que contiene un lago, que se dice que tiene como isla un cono segundario de este volcán extinto; y lo que vemos, es exactamente lo mismo que vimos aquella primera tarde cuando llegamos al Gran Cañón del río Colorado: nada; todo está tapado por un manto de niebla secretiva, palabra insustituible.
Pues bien; que se tapen, este cráter, este lago, esta isla, su interés visual si es que lo hay, en un velo de niebla; no podrán tapar su interés intelectual, el cual, como en el caso del Cañón, podría ser más duradero y atractivo que el interés visual.
\/ Hay que imaginarse, primero, este lugar, sin volcán, tal como estaba más de 500.000 años atrás;
\/ es recién medio millón de años atrás que los primeros materiales telúricos empezaron a abrirse paso por entre la base de campos de lava pre-existentes, y a construir, de a poquito, el cono que, paso a paso, capa por capa, llegaría a una altura no solamente igual a, sino más elevada que, la de hoy;
\/ durante ese medio millón de años, fue una alternación de épocas, cuando el volcán creciente juntaba fuerza en sus momentos quietos y la gastaba en sus momentos que se podría llamar "constructivos" o "destructivos" según cómo se mire;
\/ hasta que, en lo que fue su última gran erupción por ahora, hace unos meros 6.800 años, gastó tanta energía y vació sus entrañas tan por completo que su cono se hundió hacia adentro, formando la caldera que existe hoy.
Ah, pero momento, aquí está la palabra justa. La olla hoy anidada en la cumbre de este volcán, técnicamente no es un cráter, es una caldera - lo que no es una palabra figurativa sino el término geológico técnico; así que llegamos a otro ejemplo más de perversión de la cultura popular a manos de >>>>>>>> >> >>>>>>>>