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El denominador común que vemos en las dos confusiones es prejuicio.

╠- Prejuicio entre los arqueólogos de lo precolonense en América, de que los primeros infelices salvajes que llegaron a América no tuvieron la capacidad de hacerlo de otra manera que por la corta distancia entre Siberia y Alaska; y ello, claro, no cuando había agua como hoy, en balsas o troncos, sino solamente gracias a una providencial bajada de las aguas debida a la última glaciación, que dejó un "puente", según colporta esta estúpida imposibilidad el inconceptualismo anglo, más inteligentemente dicho, un paso, un istmo, circunstancia permitiéndoles pasar con pies secos; razonamiento que impuso una fecha de presencia humana inicial en América arbitraria demasiado tardía, dictada por la glaciación, lo que llevó a los consiguientes conflictos entre esta arbitrariedad inicial y los descubrimientos tangibles posteriores.

╠- Prejuicio entre los arqueólogos megalíticos en Europa de que los primeros infelices salvajes de Europa occidental habían sido incapaces de cualquier cosa por creatividad propia, y de que, en Europa, no era concebible otro foco inicial de cultura que Asia Menor y, por lo tanto, otra cosa que difusión de cultura desde el este hacia el oeste; lo que llevó a las antigüedades "lógicamente" mayores en el levante y cada vez menores hacia el poniente, y a los consiguientes conflictos entre el dogma inicial y las realidades posteriores.

Con todo lo dicho, se podría tomar por evidente la derrota de los timoratos difusionistas. Ah, pero no así. Esta justa entre timoratos y atrevidos megalitólogos parece tener más igualdad de municiones que la justa entre timoratos y atrevidos en lo precolonense.

Parece que, justamente por el propio C-14 calibrado por dendrocronología que causó el desbarajuste megalítico, la antigüedad de Jericó en Asia Menor, que, en tiempos pre-C-14, estaba sólidamente determinada y aceptada como de 4000 a.C., pegó un salto, mejor dicho se desplomó, a 7000 a.C.

¿Entonces?  Muy interesante.

Incidentalmente, sólo Egipto guardó sus fechas tradicionales porque están basadas en interpretaciones, si bien con bastante margen, de documentos tangibles; incluso parece que fechados por C-14 están en aceptable concordancia con los grandes rasgos de las fechas egipcias tradicionales.

Otra convicción - ésta emanando no de Asia Menor sino de la propia Europa occidental - ayudó a descarriar a los académicos pre-C-14 en fechas de megalitos demasiado tardías, aun cuando, a primera vista, por su razonamiento, ineluctables.

Resulta que los megalitos en Europa se dan únicamente en comarcas keltas - aun cuando no en todas las comarcas keltas.  ¿Qué más fácil que convencerse de que