hace casi 500 años que fue reconocido por Vespucci y otros el error de Colón de haberlos llamado Indios, por la obvia y simple razón de que Colón no había llegado a India como él había creído o pretendido creer.
▓▓ En cuanto a retrogradaciones cronológicas y conflictos de dogmas.
En la bienaventurada época anterior al descubrimiento del fechado por el decaimiento de radioactividad en el carbono 14, o sea en la época del indiscutible dogma del difusionismo cultural desde Asia Menor, como cuna de civilizaciones y religiones, hacia la barbarie europea, se asignaba a la antigüedad megalítica en Europa occidental - por sabias deducciones derivadas de la antigüedad de Asia Menor, y con un apropiado margen incorporado en los cálculos para dar tiempo al difusionismo de llegar de los megalitos de Siria/Palestina a los megalitos de Europa occidental - la fecha general siguiente:
Gran Bretaña 1400 a.C.
Lo que daba a la cofradía arqueológica esa inefable, tranquila satisfacción intelectual de que todo calza perfectamente en las normas establecidas.
Con el descubrimiento del fechado por C-14, la antigüedad megalítica europea occidental se hundió vertiginosamente hacia, a veces hasta alcanzar, hasta pasar, la antigüedad media menorasiática:
Gran Bretaña hasta 2720 +/- 150 a.C.
Pequeña Bretaña hasta 3210 +/- 60 a.C.
Países Bajos ¡hasta 4715 +/- 60 a.C.!
E igualmente vertiginosamente se hundió la tranquilidad de la cofradía arqueológica. No solamente las nuevas fechas en Gran Bretaña; sino, por colmo, esas fechas en Pequeña Bretaña y en los Países Bajos - más cerca de Asia Menor y sin embargo con antigüedad aún mayor, en vez de menor.
Todo cuanto la cofradía solucionó en un santiamén: lo que esas escandalosas fechas demostraban era no la antigüedad del megalitismo visieuropeo sino la locura del fechado por C-14. Sólo unas pocas mentes abiertas, intrépidas, se entusiasmaron ante estos resultados.
Para nosotros, esta retrogradación cronológica - y resistida por la cofradía arqueológica porque pone en discusión su confortable mundo de convicciones recibidas y arraigadas - nos resulta divertida por ser la réplica aquí, en Europa, de lo que repetidas veces encontramos en América; la misma confrontación entre dos bandos, el bando, más numeroso, de timoratos, protectores de dogmas establecidos, y el bando, más exiguo, de atrevidos, propugnadores de nuevas posibilidades.