Primer pueblo fuera de Saint-Malo. Es tarde. A pernoctar. Entre la iglesia y la alcaldía.

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Hacia el segundo sitio de aventuras de la corona francesa en América desde Pequeña Bretaña; hacia el puerto de Brest.

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Dos días más tarde.  Al norte de Brest.

Vimos, en Brignogan, nuestro primer menhir en Europa. Nos es un recordatorio de nuestro interés en la presencia megalítica en Pequeña Bretaña en relación con los vestigios megalíticos que vimos en Nueva Inglaterra; y después de haber visto sólo analogías embriónicas o indirectas en Eria.

Vimos aquí, como en Kymru/Gales, topónimos con la voz Aber (estuario), una viva faceta del parentesco entre las dos Bretañas.

Incidentalmente dicho, entre los otros topónimos bretones, muchísimos, si bien no tienen relación con topónimos británicos, tampoco son franceses. Esta situación nos hace rememorar todos los topónimos "extraños" que, desde la conislación canadiense (Inuvik, Tuktoyaktuk, Nanisivik) al sur argentino (Llao Llao, Nahuel Huapi, Trenque Lauquen), mantienen viva la realidad de que estas tierras, antes de ser invadidas por los extranjeros que ahora las gobiernan, pertenecían a sus propios paraborígenes.

Y nos llevamos una doble sorpresa a raíz de la simple idea de querer hacer una consulta en una biblioteca. La primera sorpresa fue que tuvimos que preguntar a varias personas para encontrar una que supiera siquiera si había una biblioteca. La segunda sorpresa fue al ver el horario: únicamente los miércoles y los sábados, y únicamente de 10:30 a 11:30. Dos horas por semana, en este país que se quiere el faro intelectual del universo. Increíble. Nos quedamos sin consulta, pues, y habrá que buscar otra biblioteca.

Brest.

Nuestras investigaciones en cuanto a Verrazano se estiraron tanto que llegamos demasiado tarde para un contacto más, que esperamos que será el último. Y es viernes. Vamos a salir al primer pueblo fuera de Brest y regresaremos el lunes.

Por lo menos, ya sabemos, por agradable experiencia, que, para encontrar un sitio donde pernoctar, basta mirar alrededor por la campiña y ver dónde un >>>>>>>>