Richard Amerycke, y proclaman que de él fue que surgió el nombre del continente.
Los guardianes de la preeminencia colonense ni se dignan dar demasiada atención a los Cabotos, pero en cuanto a Amerycke dicen: momento, es cierto que hubo un Richard pero no del todo Amerycke sino Meyrick - lo que, en galés, es simplemente Mauricio, y nada en común tiene con la América de Amerigo Vespucci.
¿Entonces?
De todos modos, Bristol, en toda esta confusión, logró elegir 1497 y está preparando magnos festejos en 1997 para el Quincentenario del descubrimiento de América - bueno, América Septentrional y Terranova - por John Cabot, en ese 1497; y está construyendo una réplica de su nave, Mateo (Matthew) con el lema: A voyage from the past into the future.
El banco, en primer plano, da la medida del barco
Anotamos el lema en su inglés original porque, si bien cada palabra nos es obvia y si bien el lema suena grandioso, y convincente mientras no se lo analiza, no nos animamos a aventurar una traducción de su absurdo global; quizás: Una navegación emerge del pasado hacia el futuro; tal vez: Navegando del pasado hacia el futuro; pero ninguna versión, a más de su absurdo genético, refleja la palabra "into" y más bien supone la palabra "towards"; acaso habría que pensar en: Una navegación del pasado penetra en el futuro; sin, con ello, eliminar el absurdo original; o quizás: Una navegación de antaño para el futuro. ¿Simple caso de grandilocuente vaciedad del género literario de los lemas u, otra vez, nebulosidad de la mente y, por ende, del idioma, anglos? Pero qué bien que suena.
Así encontramos el primero de nuestros tres proto-Italianos al servicio de intereses extranjeros en vez de seguir con su tradición de pericia náutica proto-italiana en el mar Mediterráneo.
Fuera de Bristowe, nombre de Bristol en aquellos días.
Con el crepúsculo encima ya a las 16, a pernoctar. En un vestigio de la ruta antigua al lado de la ruta nueva. Nuestra primera noche vehicular en Inglaterra. Desagradables recuerdos de Vespuccia. ¿Tiene la ex-colonizadora la misma inhospitalidad, misantropía, forasterofobia, agresividad, que su ex-colonia vespucciana?
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Amanecer. Sin problemas. Con alivio. Con alivio, no solamente por no haber tenido que sufrir sinsabores; también por tener un principio de razón para creer que los Ingleses no son el molde de la mesquindad humana de los Vespuccianos. Lo que abre la puerta a una feliz conclusión, a saber que la >>>>>>>>