Versión B. (Con fechas a cada paso, pero con puntos de interrogación, >>>>>>>>           mejor llamados puntos de duda, casi por igual.)

Viaje I. ¿En 1494, con su hijo Sebastiano?
Ningún documento. Solamente una mención - por Sebastiano, en un globo que él construyó cincuenta años más tarde, en 1544 - sita en la costa del Labrador, diciendo que él y su padre habían descubierto dicha costa el 24 de junio de 1494.  ¿Mentira, verdad?

Viaje II. En 1496. No hay duda de que ocurrió, mejor dicho de que se inició. Bajo auspicios de Henry/Enrique VII de Inglaterra. Pero por tempestad tuvo que dar media vuelta en alta mar y regresar, un fracaso.

Viaje III. ¿En l497? Con un solo barco, y 18 hombres, entre éstos, su hijo. Dice haber llegado al cabo Breton, el dedo de Nova Scotia apuntando a Terra Nova; haber costeado 300 leguas de un litoral hacia el noroeste ... que no existe; y haber descubierto tierras llenas de ... seda y de madera de tinte (brasil).

Viaje IV. En 1498. Con otra autorización real. Con cinco barcos; financiados, cuatro, por mercaderes de Bristol, y sólo uno, cautelosamente, por el rey. No se sabe cómo pasó y terminó esta expedición, pero hay dos indicios; un indicio sugiriendo un fracaso, un indicio sugiriendo un posible resultado.

Indicio uno, sugiriendo fracaso. El rey de Inglaterra cancela los privilegios otorgados en 1496 (ver viaje II) a los Cabotos, y los otorga, en 1501, al Portugués Fernandes el Labrador de la isla Terceira de las Azores, quien, ya en 1499, por autorización del rey Emanuel I de Portugal, había reconocido las viejas costas vikingas (sin saberlas tales) de Groenlandia y Terra Nova. Pero, con este Labrador, Inglaterra tampoco tuvo suerte. Sin resultado comercial. Olvido.

Indicio dos, sugiriendo un resultado. En el mapa de América por Juan de la Cosa, de 1500, aparece una costa americana septentrional con cinco banderas inglesas y un cabo "de Inghilterra".

¿Entonces?

Confesamos azoramiento total. Nos preguntamos qué relación cronológica hay con los Corterreales de Portugal en las mismas aguas, en la misma época, para los mismos propósitos.

En todo esto, debe de ser cierto que los Cabotos, en algún momento, levantaron ancla desde Bristol hacia algún lugar; y para salir de aquí hacia la mar abierta tuvieron que navegar al alcance de la isla de Lundy. Nos preguntamos si conocían la historia del segundo viaje del príncipe Madoc.

(*) En cuanto al arma secreta anti-Amerigo Vespucci, dicen los patriotas ingleses que el nombre del principal mercader-patrocinador de los Cabotos era >>>>>>>>