sentidos, también de clientes a tenderos, por lo tanto por convicción de formalismo de modales. Ello, en parte en similitud con, y en parte a diferencia de, Canadá y de las partes más amables de Vespuccia (en las otras partes de Vespuccia, las gentes son autómatas). Similitud en la igualdad bidireccional de trato entre clientes y dependientes. Diferencia en el nivel de la igualdad: en vez de intencionada cortesía, aquí, película de efímera desenvoltura mutua, allá.
→ Economía, si no parsimonia, en embalaje, contrastando con el despilfarro de envoltorios múltiples en Vespuccia y Canadá; si bien Canadá y Vespuccia ya hablan de desperdiciar menos escandalosamente, y si bien ni Vespuccia, ni Canadá, ni Europa, jamás llegarán a la absoluta eficiencia y frugalidad de utilización de Bolivia y otros tales países que no ensucian su propio nido.
→ En cuanto a comida, por un lado, por lo menos tantos colorantes, conservantes, emulsificantes, sabores artificiales, como allende el Atlántico - a punto de que no encontramos pan que no sea un peligro para la salud, mientras que en Canadá, Vespuccia, y hasta en Eria, sí, se consigue; pero, por otro lado, encontramos, a precios ordinarios, cosas que son de lujo en Vespuccia, como ser truchas del día, cierto tipo de lechuga tierna, hongos de los tipos silvestres y campestres.
→ Las cajeras, también sentadas como en Eria, en contraste con Vespuccia donde todas están siempre paradas.
→ Y fue en un mercado que aprendimos la diferencia - o por lo menos la diferencia concebida por los nativos - entre "británico" e "inglés", hongos británicos y lechuga inglesa. Nada de filosófica diferencia entre Británicos, los autóctonos pre-invasión angla, y los Ingleses, invasores germanos y subyugadores de los Británicos. Los hongos británicos pueden ser de cualquier parte de la isla - Inglaterra, Kymru o Escocia. La lechuga inglesa puede ser sólo de Inglaterra.
Ultima-última observación.
Muchos topónimos en Kymru tienen, así como en Eria, y por la misma razón de invasión inglesa, una versión autóctona, gaélica, y una versión inglesa. A veces, el nombre inglés impuesto ignora totalmente el nombre autóctono: por ejemplo, el puerto de donde salimos para Eria se conoce como Holyhead pero su nombre autóctono es Caergybi. A veces, el nombre inglés queda bastante paralelo con el nombre autóctono: por ejemplo, no lejos de aquí, hay el puerto conocido como Cardiff, nombre bastante paralelo con el topónimo autóctono Caerdydd. Hay, empero, topónimos gaélicos que quedan libres de sombra inglesa: por ejemplo, el pueblo cerca de la Strata Florida, de nombre Pontrhydfendigaid, no tiene alternativa inglesa.