suciedad debe de ser la estructura alveolada, granulada, del pavimento, que ya mencionamos como causa de los penachos de agua nebulizada transformando cada vehículo en cometa, aun largo rato después de una lluvia, o sea hasta la próxima lluvia misma.
» En la oportunidad cuando mencionamos que, en la radiodifusión, sí hay momentos "secretos" cuando joyitas lucen por entre las habituales y universales vaciedades, pecamos por el descuido de no dar, como ejemplo, un caso que hay que llamar de asombrosa virtuosidad.
Un tal programa que escuchamos consistió en difundir un dúo de ópera, en seis versiones, cada vez con una diferente pareja de tenor-soprano, y la participación de los escuchas era acertar los nombres de los seis tenores y de las seis sopranos, los dos artistas de cada pareja en el correcto orden de parejas. Asombroso. Más asombroso, a la semana, resultó que había habido cinco o seis, no nos acordamos, contestaciones perfectas, y varias casi perfectas. Y resultó que las seis versiones, y por lo tanto las sopranos y los tenores, se extendían, en tiempo, desde 1927 hasta tiempos recientes. ¡Qué conocimiento! Pasmoso. ¿Por qué escuchas de tal envergadura tienen que conformarse con sólo migas del horario radiofónico?
» Hablando de radiodifusión, hay algo que nos parece - pero que no sabemos si es realidad o ilusión; y ello ocurre tanto en el Reino Anónimo como en Eria. Nos parece que el sonido que sintonizamos, sonido musical se entiende, es de mejor calidad, a la vez de mayor presencia y de mejor separación de los elementos acústicos que forman los sonidos, que en Vespuccia - o cualquier otra parte de América. ¿Realidad - impresión delusiva - mayor concentración auditiva?
» El idioma inglés en Eria, y en Inglaterra, es el idioma inglés con todo lo que ello significa en analfabetismo (you're - pronombre y verbo - en vez de your - posesivo -; sight - vista - en vez de site - sitio, lugar -; etc.) y en inconceptualismo (mapa "medieval" del siglo XVII; él "sólo mató" una persona, en vez de él mató "sólo una" persona, etc.). Empero nos deleita observar que las barbaridades son mucho menos densas que en Vespuccia; por ejemplo, no sólo, hasta ahora, no escuchamos aquí el horrendoso back and forth sino que, al contrario, disfrutamos el civilizado to and fro.
» Con todo, tropezamos con una convolución conceptual tan ilustrativa del pensar anglo que tenemos que agregarla al voluminoso archivo que ya tenemos sobre el particular porque jamás seríamos capaces de acordárnoslo, y menos de reconstruirlo.
Empecemos a leer (traducido al castellano):
Un (£25), [Mama mía, qué fórmula es esto. Sigamos leyendo, tal vez se aclare el misterio.]