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en términos modernos, sabiendo qué hay dónde. Brendan no sabía qué había al sur, y no sabía qué había más al oeste, y no sabía qué había al norte, y no tenía por qué ir en una dirección más que en otra, salvo por razones del momento que se desconoce.  ¿O es que acaso sabía qué había al sur?

»»»» Y así, eventualmente - siempre según interpretaciones, en conceptos modernos, de datos, a veces exactos como ser días de navegación, a veces no del todo exactos, como ser dirección de navegación, a veces totalmente inexistentes como ser velocidad de navegación - Brendan habría alcanzado lo que podría ser una de las Bermudas y, de ahí, lo que parece ser el sitio del San Agustín de hoy en la Florida.

»»»» Y ahí San Brendan habría pasado 40 días recorriendo el interior, antes de regresar a Eria.

»»»» Y esta interpretación especifica que Brendan no fue el primer Europeo en esos sitios, que tanto en la isla que se cree que era una de las Bermudas como en la Florida, encontró otros monjes ireses; con detalles de algunos de estos encuentros. Lo cual no hubo de sorprenderlo en demasía si nos acordamos de que parece que Brendan trataba no de descubrir algo sino de re-encontrar una tierra cuya existencia ya conocía por otro monje, Barrind - el cual, a su vez, la conocía por otro monje, San Mernoc.

Es de preguntarse ¿quién, antes de San Mernoc? Pero desde el alba de la humanidad hubo una manera simple de saber desde Eria que hay tierras del otro lado de la mar grande, observando pájaros viniendo desde allende el horizonte, y no pájaros a detectar con lupa sino los magníficos, grandes, blancos, visibles, conspicuos, cisnes boreales - si no árticos - que nosotros mismos podemos observar. Vale decir que, desde el alba de la humanidad, hubo un imán para atraer a espíritus curiosos hacia allende el océano. Y, aparentemente, ciertos manuscritos ireses premedievales se refieren a Iargalon, o Iarghalon, "Tierra más allá del poniente".  ¿América - antes de ser América - tal vez?

Volviendo a San Brendan, es de notar que la dirección de su circuito por el Atlántico según esta interpretación del manuscrito no es la dirección de reloj ofrecida por las corrientes naturales y aprovechadas por Colón y otros navegantes tempranos, sino la dirección del derrotero de los Vikingos - de Europa a Terra Nova o alrededores, y luego a lo largo de la costa americana.

Finalmente, esta interpretación aclara que no hay que dejarse confundir por un tercer viaje de Brendan, viaje este que no tiene relación con América, ni siquiera con el Atlántico. Parece que, al regresar de su segundo viaje, Brendan, todo monje que era, mató a un hombre y como auto-impuesta penitencia emprendió, a pesar de su edad ya muy avanzada, un viaje a las tierras bíblicas. Otra cosa de este viaje no se sabe, ni transporte, ni peripecias, nada.