■■■ IV) Rutas. Principales. Tan angostas que, al cruzarse un vehículo, la prudencia dictaba reducir a casi nada la marcha - ya de por sí pausada por curvas y por viruela en el pavimento.

       Rutas. Segundarias. Si bien nominalmente de doble mano, angustiadamente angostas aun para un solo vehículo; de manera que, al encontrarse dos vehículos, uno tiene que retroceder - sin esperanza de encontrar pronto un lugarcito para guardarse a un costado como era la esperanza, la posibilidad y el lujo en los caminos angostos de los Andes, porque aquí es peor. Y a más de ser angustiadamente angostas, son también claustrofóbicamente angostas, apretadas que están por los muros-cercos de piedras a sólo decímetros del vehículo.

■■■ V) Cosas vistas y aprendidas, en orden cronológico de antigüedad.

(1) Ogam.

Vimos más inscripciones en ogam. Pero ahora no en tabletas formales sino en piedras rebajadas en forma de huso, y hasta en piedras rústicas, si bien, por su naturaleza, en forma de mojón.

Incidentalmente, descubrimos - no en este sitio sino ya en el anterior - la paradoja de que nos había sido más fácil percibir la escritura ogam en las piedras rústicas de Nueva Inglaterra que percibirla en las lajas de etiqueta de culta Eria. Ello, porque, en las piedras rústicas, la línea rectora, o línea-guía, del ogam se encuentra en una sola superficie, por más accidentada que sea, en esencia, plana o a lo sumo convexa, de manera que los palitos que representan las letras de ambos lados de la línea se los percibe con naturalidad de un solo vistazo, mientras que en las lajas, en los frecuentes casos cuando se utiliza una arista entre dos caras a manera de línea-guía, los palitos, de un lado y otro de esta línea-guía-arista, en realidad se encuentran en dos caras individuales, de un lado y otro de un gran ángulo de 270 grados a lo largo de la arista, conjunto no tan fácil de percibir.

Incidentalmente a lo incidental, cuando la línea-guía-arista es vertical, los palitos-letras que estarían encima de una guía horizontal se encuentran a la izquierda de la guía vertical, y los palitos-letras que estarían debajo de la horizontal se encuentran a la derecha de la vertical.

Por otra parte, tenemos la confirmación de lo que escuchamos con no poca sorpresa en Nueva Inglaterra - entre tantas otras sorpresas - en cuanto al arcaísmo y, por ende, mayor antigüedad por muchos siglos, del ogam de Nueva Inglaterra e Iberia en relación con el ogam substancialmente más desarrollado y reciente de Eria, éste con vocales y diptongos, que, en el ogam neo-inglés e ibérico, todavía no existían. Más concretamente, una diferencia temporal entre alrededor de los años 800-600 a.C. para el ogam neo-inglés, según escuchamos en Nueva Inglaterra, y alrededor de los años 300 d.C. para el ogam irés, según leímos aquí, en Eria.