Y otro idioma. Y otros idiomas. Algunos, conocidos por nosotros, castellano, italiano, alemán, ruso; algunos, que sólo pudimos clasificar en la categoría de idiomas germánicos; algunos, totalmente indescifrables. Un enredo adicional es que alguno de estos idiomas misteriosos bien podría ser simplemente galés u otro idioma gaélico como se escucha también en la frecuencia modulada. Una abrumadora Torre de Babel. ¿Un símbolo de la Comunidad Europea? Y nosotros, acostumbrados que estamos a vastedades mono-idiomáticas, sólo de castellano, sólo de inglés, sólo de portugués, sin reto dentro de alcance hertziano. Será fascinante investigar eso más detenidamente en los días venideros.

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Amanecer. No sólo de iluminación solar. También de iluminación emocional: sobrevivimos la noche sin que ningún vecino nos lanzara anónima- y cobardemente la policía encima como en Vespuccia. Veremos si esta bendición será una excepción o la norma.

Hacia nuestra meta de Madoc, si es que la encontramos.

Algunos carteles viales nos hacen acordar de nuestras acerbas críticas de ciertos carteles en ciertos países "subdesarrollados" y se merecen aquí las mismas acerbas críticas: carteles paralelos en vez de perpendiculares al flujo de tráfico, carteles pequeños en vez de conspicuos - o sea carteles inexistentes para un conductor que, como nosotros, pasa por un lugar por primera vez; y aun el conductor sobre aviso no puede enterarse de la reglamentación mientras se va aproximando sino que tiene que llegar al cartel, detener la marcha y desviar su atención del tráfico para ver qué dicta el cartel. Así fue que nos encontramos, una vez, a contramano en Panamá, y seguramente hubo otros incidentes parecidos.  Así es que estamos luchando acá.

Buscando el sitio de embarque del príncipe Madoc, tropezamos con el grandioso castillo medieval, vale decir castillo-fuerte, de Conwy. Ninguna relación tiene con Madoc porque Madoc se hizo a la vela alrededor de 1171, y esta fortaleza fue levantada entre 1283 y 1289 - es de destacar que por el expansionismo inglés, más exactamente bajo Edward/Eduardo I, como muchas otras fortalezas, en la conquista de Gales por Inglaterra. Pero se va a merecer un lugar en nuestro recuerdo. No por su decena o dos de torres, según cómo se las cuente, sino por algo que vimos en sus subsuelos. Un aro metálico bastante delgado, en posición horizontal, cubierto, en dos partes de su faz superior, una a la derecha, una a la izquierda, de sendos arcos de madera haciendo relieve, de no más ancho que dos dedos. Nos pareció un instrumento de tortura remanente de aquellos tiempos. Se nos informó que es el asiento del baño público; de hoy, se entiende. Increíble. ¿Cómo puede alguien sentarse en eso sin ser torturado? ¿Cómo se puede mantener higiénica semejante estructura >>>>>>>>