Y le preguntamos a nuestro gentil mentor cómo se conoce con tanta precisión el sitio donde habría aterrizado Sinclair; y cómo podía ser, entonces, que nosotros teníamos la información de la zona de Pictou, incluso con rasgos tan concretos como, los afloramientos de brea y las cuevas.
Y nos explicó nuestro guía lo siguiente.
Sí, lo de la brea y de las cuevas es lo más conocido porque fue la primera zona inequívoca de la presencia de Sinclair en América que se pudo localizar - en base al relato del viaje de Sinclair dejado por el Veneciano Zeno - inequívoca porque esta combinación no se da en otra costa de América atlántica norte. Pero, en base a ello, se pudo, luego, interpretar otras descripciones en el relato por Zeno, y así se individualizó esta bahía Chedabucto como primer contacto de Sinclair con América. Para mayor exactitud, el 2 de junio de 1398. Lo que pasó fue que el príncipe Sinclair y sus co-aventureros, desde una loma de esta vecindad, vieron, lejos en la distancia, de detrás del horizonte, una humareda tan extraña que fueron a investigar, y así se encontraron, días después de su primer contacto con tierra americana, en la zona que hoy es Pictou, con sedimentos en combustión y, a cierta distancia, con las cuevas sirviendo de hogar a los Micmacs locales. Es de inescapable fuerza corroborante que los primeros Europeos poscolonenses por aquí encontraron una tradición micmac de un personaje "legendario" con más de una docena de coincidencias con Sinclair y sus circunstancias, una imposibilidad de que sea una casualidad.
Ahora bien. El Veneciano Zeno.
Es nombre que conocemos. En realidad, conocemos dos Zenos, dos hermanos, como dos de los rumoreados posibles Europeos precolonenses en América; así como nos era conocido el nombre de Sinclair, en la misma nebulosa función. Salvo que nunca habíamos tenido indicio alguno de conexión entre estos Zenos venecianos y el príncipe Sinclair escocés.
* ¿Cómo es la cosa, entonces? Así es.
……En algún año cercano a 1373, una flotilla de cuatro pesqueros de las islas Faeroes se ve barrida por una tormenta, y llega así a una lejana tierra occidental.
……Sus tripulantes se ven detenidos como huéspedes muy involuntarios de los autóctonos.
……Afortunadamente, los autóctonos también navegan.
……Afortunadamente, uno de los pescadores faeroenses tiene una piedra magnética como instrumento direccional en el mar (para - no vamos a decir un desatino como "orientarse" cuando en realidad es "nortearse").
……El adalid local se queda fascinado.
……Eventualmente, unos años más tarde, el cacique nombra al pescador de la magnetita capitán de una flotilla de pequeñas embarcaciones.
……Pero una tempestad echa los nautas en poder de otros autóctonos.