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¡Sí, no más nebuloso ensueño; por fin, según la buena vieja fórmula, tantas veces repetida, "esta mañana", viajando hacia el epílogo de la Primera Expedición Panamericana Integral - viajando hacia Europa, mejor dicho, el puerto de embarque hacia Europa.
Estamos saliendo de Nueva York por la misma ribera del río Hudson por donde salimos aquella primera vez, con toda América por delante. Tenemos en la lejanía izquierda el mismo perfil de grandiosa esbeltez del puente Washington. Pero no vamos a doblar por la ruta de tráfico infernal que fue nuestro obligado derrotero aquella primera vez. Nos estamos escurriendo de la herradura de loquerío mega-urbano neoyorquino por la única salida civilizada, o simplemente humana. Sin otra meta que el lejano Halifax en Nova Scotia, salvo, tal vez, una excepción en camino.
Estamos atrasados de un último mes, después de muchas postergaciones, de a tres meses, dos meses, seis meses.
Lo malo de este atraso es que vamos a cruzar el Atlántico y llegar a Irlanda no en la linda parte de otoño sino en la mala parte de otoño. El invierno, más adelante, no importa, porque pensamos estar, entonces, en España y Portugal.
Lo bueno de este atraso es que, como estamos saliendo en la misma época del año como aquella primera vez - sólo 17 días de diferencia - tenemos el privilegio de ver de nuevo la maravilla del follaje otoñal de Nueva Inglaterra. Y maravilla superlativa es. Toda la multifacética admiración - por olas de sorpresas, una tras la otra - todas las exclamaciones, de la primera vez, todo se repite, ahora, con igual maravillamiento. Un Sol magnífico baña todo en brillantez adicional. Si es cierto que el mérito fundamental de una obra de arte se mide por la constancia de su atractivo después de, y a pesar de, repetidos contactos con ella, este follaje es una paleta de fundamental mérito.
Algunos topónimos parecen ponerse a tono con lo que será nuestra tercera etapa en Europa, reflejando la ex-colonizadora de esta ex-colonia. Primera etapa, Irlanda; segunda etapa, Gales; tercera etapa, Inglaterra. Topónimos como New Britain, Bristol, New London, Oxford.
Primera noche. La vamos a pasar a la sombra, figurativa o espiritual ya que no real, de una iglesia. Circunstancia nominalmente ordinaria, considerando >>>>>>>>