expectativa nuestros peregrinajes a los sitios americanos en Europa.
► Por otra, y última, parte, tuvimos que enfrentar la realidad de un desatino toponímico en Europa también; a la vez, un ilustrativo caso de cómo mentes individuales - todos los niños en las escuelas, casi todos los adultos en sus vidas - sucumben al hipnotismo impuesto por la vox populi, y se vuelven, ellas también, parte de la vox populi, hasta que, un día, algunas de esas mentes individuales se despiertan, se rebelan, y gritan, aunque sea para sí mismas, "no, no es así; aunque millones lo digan - sin reparar en el sentido de lo que dicen - no es así"; un caso ilustrativo de ello porque, nosotros mismos, el desatino toponímico que "descubrimos" ahora, lo podíamos haber visto clarísimamente cuando, por primera vez en nuestras vidas, escuchamos "Reino Unido", pero no lo vimos por culpa de la vox populi; hasta habernos despertado, ahora.
¿Qué reino unido? Para empezar, cómo se puede unir una unidad? Por lo menos, en Vespuccia, son varios los estados unidos, si bien les falta oficialmente un nombre global o se les quiere imponer un nombre usurpado. ¿Qué reino unido, o aunque se diga reinos unidos? ¿Quiere decir ello que ningunos otros reinos se podrían unir jamás, con el mismo derecho a esta denominación de reinos unidos? Lo único que faltaría es, que este país europeo sin nombre se llame a sí mismo Reino Unido, o aun Reinos Unidos, "de Europa", y que, luego, se llame a sí mismo simplemente Europa, usurpando, a la manera vespucciana, el nombre colectivo de todos sus vecinos, y que los demás pueblos del continente, de repente se vean reducidos, en varios grados de inferioridad, a Norte- Europeos, Centro-Europeos y Surameri ... - perdón - Sureuropeos.
Además, no entendemos que se hable de Inglaterra, de Ingleses, de Anglo, pero que hayamos recibido una carta de un consulado "británico" - y que dicha carta no se refiera ni a Inglaterra ni a Bretaña (grande o de otra manera) sino a iniciales, U.K., como reconociendo de manera freudiana que se trata, verdaderamente, de algún Unnamed Kingdom (reino desprovisto de nombre).
El problema es que no tenemos ganas de buscarles un nombre sensato a estos reinos de Escocia, Inglaterra y Gales, aumentados de Irlanda, que varias tramas de intrigas y asesinatos hicieron unidos.
Y, en tren de despejar cegueras impuestas por la vox populi y aceptadas irreflexivamente por mentes individuales, se nos abrieron los ojos en cuanto a que otro estado europeo más no encontró para sí mismo mejor nombre que un nombre que ciertamente se podría aplicar a otras partes del planeta; el estado de los países bajos.
Y en tren de despejar nuestras cegueras impuestas por la vox populi - o mejor dicho por la vox universalis porque esa voz incluye a doctísimos cerebros - se nos abrieron los ojos en cuanto a que, en América, hay un país cuyo nombre nosotros mismos utilizamos centenares de veces sin batir un párpado por no >>>>>>>>