Nueva York. Pero, apenas uno tiene el privilegio accidental de cambiar su percepción auditiva como se cambia la percepción óptica en ciertas expresiones gráficas, uno empieza a flotar hacia un mundo muy lejano - tal vez en distancia, ciertamente en milenios - y empieza a escuchar sonidos de encantaciones fluyendo de una cueva de algún brujo primordial. En pleno Nueva York. El obsequio de ese hombre fue una grabación de sus ensueños.
/■\ Vimos la realidad interna de la gloria de vivir en Nueva York.
Lo que se llama departamento, en Nueva York, es, frecuentemente, entre las mismas cuatro paredes, una habitación, una cocina nominal, y un baño; vale decir, una habitación con una cocina casi nunca separada de la habitación, frecuentemente, casi siempre, simplemente un rincón de la habitación; y con un baño de muy poca privacidad. Hemos visto departamentos con la "cocina" ventilándose en la habitación, y el baño ventilándose en la cocina - y por ende en la habitación.
Esta situación prevalece, para empezar, en las ex-mansiones burguesas ahora recortadas en tales departamentos; alrededor de 10 ó 12 tales "departamentos" por ex-mansión: donde estaba la cocina de la mansión, ahora está todo un tal departamento; etc. Frecuentemente, la entrada presente al edificio es lo que era la entrada de servicio, porque lo que era la entrada principal fue clausurado para crear una habitación que se glorifica con el título de dormitorio, naturalmente del ancho del ex-pasillo que, en realidad, es apenas más ancho que una cama para uno.
Otra manera de crear un suntuoso departamento incluso con dormitorio es dividir una ex-habitación grande, como una sala de estar ex-burguesa, con un tabique de algún material comprimido, a no más de tres cuartos de la altura, y ya, ahí están, comedor, de un lado, y dormitorio, del otro lado; el dormitorio, sin otra ventilación ni luz que la franja superior del tabique incompleto. Todo eso lo vimos; no lo inventamos.
Y no se refiere a los barrios míseros, donde cada casa de varios pisos es una villa miseria - salvo que no tiene el aire, el sol, de una villa miseria, y no tiene la vista de las más famosas villas miserias, las favelas de Rio de Janeiro.
Subiendo la ladera social de viviendas en Nueva York, la cosa va mejorando en el aspecto cosmético pero no en substancia. Aun en departamentos carísimos, la cocina no puede separarse de la sala de estar, o simplemente es parte de la sala de estar.
Tuvimos la oportunidad de penetrar en el sánctum de las intimidantes, señoriales, casas de departamentos de la Park Avenue, como castillos colectivos guardados por señores-porteros intransigentes. Bueno, se nos fue cualquier ilusión. Departamentos sólidos, sin duda, pero no perfectos; y >>>>>>>>