¿Qué iría a ocurrir? Se cruzaron las dos personas. Absolutamente nada pasó. Cada una se quedó en su mundo de fuerte emoción, con total ignorancia del mundo externo, incluyendo la otra persona, y siguió su camino. Pero, para un observador, fue sobrecogedora la secuencia.
║ Otra gente, y la hay bastante, sin llegar a alienarse patológicamente del mundo, procura separarse, o protegerse, psicológicamente de la sociedad por algún rasgo desafiante en la indumentaria, como ser llevar la gorra al revés - o sea con la visera encima de la nuca en vez de encima de los ojos, o como ser llevar ropa rota, cómo y dónde mejor se vea, preferentemente en tajos a través de las rodillas de pantalones, del largo de una mano, y deshilachados para máxima visibilidad; a veces, hay tajos en el trasero del pantalón, lugar menos visible, pero expresión más explícita, hay que reconocer. (Todo lo cual no tendría que sorprender en una sociedad en la cual, según hemos visto nosotros mismos, fábricas se ingenian en producir muebles carcomidos y golpeados "frescos de fábrica", en producir ladrillos golpeados y manchados como de demolición "frescos de fábrica", en producir ropa desteñida y manchada como lista para tirar a la basura "fresca de fábrica", sí, todo ello, según lo vimos nosotros mismos.)
/■\ Hay, en Manhatan, un sitio donde se puede observar todo el ciclo de mareas - subiendo, estabilizándose en lo alto, bajando, estabilizándose en lo bajo, y otra vez subiendo - sitio donde se puede observar el ciclo como en ninguna costa frente al mar, porque, en la costa, se ve solamente el filo externo del fenómeno, y, por colmo, despedazado, tanto por las irregularidades del terreno como por las quebraduras de las olas; y porque, desde la costa, no se aprecia palpablemente, también por causa de las quebraduras de las olas, los equilibrios temporales de la pleamar y de la bajamar; mientras que, en este sitio de Manhatan, todo el ciclo se desarrolla como en un canal de laboratorio, en cual canal es dable observar el fenómeno en sus cuatro etapas sin interferencias desvirtuantes, de topografía y olas.
Este sitio es lo que los Neoyorquinos llaman el río Oriental (East River) pero que nosotros, en nuestra inocencia no podemos llamar río, porque río no hay, y llamamos el Canal Oriental, Brazo Oriental (East Channel, East Arm).
Son realmente de interés, el voluminoso poder de la corriente subiendo horas desde el mar a kilómetros de distancia, fuera de vista, el voluminoso poder de la corriente bajando horas hacia el mar, y la mágica placidez de la pleamar y de la bajamar en temporal, efímero, equilibrio entre las dos irresistibles negaciones de placidez.
/■\ Como ya dicho en otra oportunidad, en Nueva York, uno no puede no volverse cosmopolita.
• El 15 de febrero, se celebró el Año Nuevo. El Año Nuevo Chino, naturalmente.