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/\  Con todo ello, ¿en cuántos sitios fuera de Nueva York podría ocurrir, entonces, lo siguiente, según escuchamos de la boca de un reverendo luterano alemán; y por qué extrañarse?

Resulta que dicho reverendo es, a más de luterano, también universalista, vale decir que considera su iglesia no como estrechamente luterana sino, más ampliamente, de vecindario, por lo tanto, abierta a quien tenga interés no sólo estrechamente en luteranismo sino, más ampliamente, en cristianismo en general.

En este espíritu de brazos abiertos, apareció, un día, una nueva señora, la que no sólo presenció la misa sino también hizo todo como todos los demás, incluso fue a tomar la comunión.

Cuando el reverendo le colocó la hostia en la mano, la señora le preguntó: "Und nun was soll ich tun?" El reverendo con sorpresa le explicó que la pusiera en la boca. Así hizo la señora y comentó: "Mm. Das ist Papier." No, le explicó el reverendo con sorpresa y angustia, es una oblea de masa sin levadura, el cuerpo de Cristo. Luego, el reverendo le dio el cáliz con el vino. Un solo sorbo le bastó a la señora, en el medio de la solemnidad sacramental, para confusión final del reverendo, para dictaminar con inspiración de entendida: "Mmm. Sehr gut, sehr gut."

Fue solamente más tarde - demasiado tarde - que el reverendo se enteró de que la buena señora era judía.  Así nos lo contó el reverendo.

/\  Domingos, Harlem, son el tiempo y el lugar para ver, a la salida de las iglesias - que pueden ser cualquier cosa desde, a veces, edificios con el decoro del caso, hasta, frecuentemente, locales de negocios a la calle,

* una flotilla de sombreros sorprendentes navegando en las cabezas de las >>damas; pero no con ostentación, más bien con seria consciencia de la >>importancia del día del Señor;
* trajes de caballeros en importante borravino o brillante azul, a tono con la >> ocasión;
* y niños radiando importancia, especialmente las niñitas.

P.S.1. ¿Cómo se explica el contraste entre esta viñeta de gloria en humildad y seguramente con mucho sacrificio, y la habitual imagen de endurecimiento, de aspereza, de ciertos Negros por sus condiciones de vida?

P.S.2. En la marea de caras negras, sólo dos o tres veces vimos un par de Blancos atreverse, turistas. No sabríamos describir ni explicar, pero indudablemente hay una diferencia entre Blancos y Negros en lo que, quizás, se podría llamar radiación de la cara y expresividad del hablar, diferencia que no sabríamos materializar adecuadamente en palabras pero toda a favor de los Negros.

P.S.3. Volviendo a las "iglesias" en locales de negocio a la calle, hasta su limitación de responsabilidad toman muy en serio, como evidencian denominaciones