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elección hecha, y el resultado de haber perdido o ganado tiempo, con la misma satisfacción o irritación como si fuese dinero en otro juego. O más que dinero, en caso de apuro por atraso por desafortunada elección.

»» Así se puede cabalgar - o trabarse en - las sutilezas, y probar el gran juego, a lo largo de unos 800 o quizás hasta 1.140 kilómetros de rieles, por más de 460 o quizás hasta 469 estaciones (la empresa misma parece no poder ponerse de acuerdo con sí misma en cuanto a las cifras exactas), en compañía de unos 3,5 millones de pasajeros diarios, tropezando con unas 50 toneladas de basura diarias, contra olas de gentes frecuentemente menos consideradas que animales - en particular la gente forzando su ingreso a los vagones sin dejar salir a los demás, solamente para tratar de agarrar un asiento libre.

/\  Hay tantos Judíos, que se puede comprar kosher hasta agua gaseosa, jugo de fruta, cualquier cosa - salvo chancho, claro está - incluso con el nombre del rabino supervisor, y con algo escrito con caracteres hebreos que no entendemos, impresos en la etiqueta. También, hay mercados con carteles: "Este negocio vende comestibles kosher y no-kosher".

/\  Las ramificaciones religiosas en Nueva York son asombrosas.

 En Nueva York, los Judíos mismos se extienden en un abanico desde ortodoxos a liberales.

En Nueva York, se encuentran todas las sectas que se autodenominan en exclusividad Cristianas y que rehúsan la denominación de "Cristiana" a los Católicos, o sea las sectas de los Adventistas, Luteranos, Metodistas (también los Metodistas Unidos), Pentecostales, Presbiterianos, Testigos de Jehovah, y sin duda otros, como ser algo de nombre Tercera Iglesia de Cristo - y luego una palabra "Scientist", que no nos animamos a traducir, por las insolubles ambigüedades, las inescrutables nebulosidades, del inglés.

En Nueva York, ser Católico es algo muy vago. En Nueva York, se aprende muy rápido que uno puede ser Católico de muchas maneras - Católico Anglicano, Católico Liberal, Católico Maronita, Católico Oriental, Católico Ortodoxo, ah sí, y también Católico Romano.

En Nueva York, hay Iglesias que suenan más simples, como ser Iglesia de Cristo. Pero hasta lo básico se vuelve confuso porque también hay la Iglesia de Dios, y hay la Iglesia de Dios en Cristo, y hay la Iglesia de Discípulos de Cristo.

En Nueva York, ser Ortodoxo significa ser Ortodoxo Oriental, Ortodoxo Griego, Ortodoxo Católico (a más de los Ortodoxos Judíos).

En Nueva York, se puede presenciar la pompa litúrgica del clero en una catedral, y se puede presenciar la efusión emocional de la congregación de feligreses en una "iglesia" en un local a la calle, en Harlem.

En Nueva York, hay incluso una Iglesia que celebra casamientos no religiosos.