Por ejemplo, toda una nutrida secta, entre los cultores de música clásica, se entronizó como erudita conocedora de instrumentos y de prácticas de interpretación anteriores al romanticismo. Y bien puede ser que estos eruditos tengan mucha razón, pero ¿¡por qué diferencian los pianos del tiempo de Beethoven de los pianos modernos como, esos antiguos, "pianos de martillos" cuando los pianos de hoy también tienen martillos!? Ciertamente había, en el tiempo de Beethoven, válida razón para especificar "de martillos" con el propósito de diferenciar el nuevo instrumento naciente del tradicional clavecín sin martillo, pero referirse hoy en día, en el ambiente de los pianos con martillos de hoy, a los instrumentos de entonces como "de martillos" es otra barbaridad de eruditos confundiendo las masas en vez de ilustrarlas.
Cierto es que el propio vocable "piano" es incorrecto porque el referido instrumento igualmente bien se podría llamar un "forte" porque es tan capaz de tocar fuerte como de tocar piano (suave); por cuanto su denominación correcta es la que le fuera dada por su inventor, Bartolomeo Cristofori, un "pianoforte".
Y hay muchas más absurdidades musicales pero ello sería apartarse del tema presente, el instrumento de teclado y de martillos disparadores - a no confundir con otro instrumento de teclado y de martillos, pero éstos irremediablemente fijos, el clavicordio.
Es increíble cómo, por dónde uno se dé vuelta, siempre hay alguna telaraña de absurdidad; y siempre por culpa de los eruditos, que tendrían que ser inteligentes a más de eruditos.
Así fue nuestra visita a esta fábrica donde el éxtasis de los sonidos, desde tormentosos a seráficos, emanando de un piano de concierto, nace en pena, bochinche y polvareda.
\NY/ Observaciones.
/■\ Teléfonos.
Descubrimos cosas buenas, y nos sorprendimos con cosas malas que nunca hubiésemos esperado en Vespuccia; desafortunadamente, lo bueno, en servicios que no nos benefician ni mucha otra gente, aun cuando sus beneficiarios muy mucho se lo merecen; y lo malo, en lo que nos concierne directamente y mucha otra gente. Lo bueno incluye lo siguiente.
+ Un telé"fono" entre sordos y mudos: un dispositivo tipo máquina de escribir >>que se acopla a cualquier línea telefónica.
+ Este sistema se puede comunicar con la red común mediante una operadora que >>sirve de intermediaria.
+ Un servicio de facturación para ciegos: en braille.
+ Un teléfono para ciegos, o sea aquellos que no pueden marcar números: en vez >>del disco o de los pulsadores normales, un solo pulsador, del tamaño de todo >>el aparato, para llamar a la operadora, la cual marcará gratis la llamada, o >>sea sin el recargo habitual por llamadas con intervención de la operadora.