tocadas. En este caso, el apagador se levanta mediante la tecla bajada superlentamente, y queda levantado mediante el pedal del medio.
¬ Y todos los apagadores en conjunto, los 88, deben poder levantarse del encordado y quedar así, aun cuando el pianista toque una tecla sola - o ninguna - levantamiento que el pianista logra con el pedal derecho.
¬ Y todos los apagadores en conjunto, los 88, absolutamente deben quedar permanentemente firmemente asentados en sus cuerdas salvo que se los ponga en acción según uno de los antedichos casos, porque, caso contrario, en menos de dos segundos de tocar, la cacofonía sería enloquecedora.

<♦> Clavijero.

Fenomenal y crucial bloque de siete capas de arce encoladas, con sus respectivas fibras distribuidas en mutuos ángulos uniformes, capaz de mantener en inmutable agarre las 236 clavijas de acero niquelado aguantando la tremenda tensión de las 236 cuerdas (17.571 kilogramos de tensión en total en base al "la" del medio, o sea del diapasón, a 440 vibraciones por segundo).

<♦> Cuerdas.

De los 88 sonidos del piano, 68 sonidos tienen tres cuerdas, 12 sonidos tienen dos cuerdas, y 8 sonidos tienen una sola cuerda, yendo, todas, de más finas y cortas a más gordas y largas. Todas, de acero sueco. Y las 8 cuerdas simples, envueltas individualmente en un compacto enrollado de alambre de cobre puro. ¿Por qué el enrollado de cobre? Porque, de acuerdo a las leyes de acústica dadas por la Naturaleza - según las cuales, cuanto más bajo el sonido, tanto más larga y gruesa debe ser la cuerda - las cuerdas de los sonidos más bajos del piano serían imprácticamente largas, por cuanto, para mantenerlas dentro de una longitud manejable, se compensa la longitud faltante por mayor masa.

<♦> Y todavía no mencionamos:

> El ajuste sin tolerancia, y el encolado, de la tabla de resonancia en el reborde periferal.
> El ajuste del marco de hierro colado por sobre la caja de resonancia.
> El enroscamiento de las 236 clavijas en el clavijero.
> El tendido de las 236 cuerdas desde las clavijas por encima de la tabla de resonancia.
> El ajuste, en su espacio debajo de las cuerdas, del mecanismo - martillos, mecánica intermedia, dejando la punta de las teclas afuera - de manera tan apretada que haga un solo bloque con su nicho, y sin embargo con la capabilidad de moverse levemente hacia un costado para producir un sonido con sordina, por el mecanismo ya explicado.