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Finalmente, las etiquetas especifican la cantidad de agua: un galón. Perfecto (si se acepta el medievalismo de la medida). Pero, acto seguido, aparece, a no más distancia que la delgadez de un paréntesis, la cabalística fórmula 3.785: "1 gal (3.785)"; algo que sólo alguien iluminado a la vez en medidas antiguadas y medidas modernas puede reconstruir. Está bien que, después de cerrado el paréntesis, aparece, por separado, la voz "liters":

     1 gal (3.785) liters,
pero el que no sabe, no tiene cómo saber que los solitarios liters fuera del paréntesis tendrían que estar dentro del paréntesis:
     1 gal (3.785 liters)
en una ecuación que, ahora, cualquiera puede entender pero que el genio autor de la etiqueta no supo concebir.

En otras etiquetas, ni se preocupan de la correlación galón/litro. Están demasiado ocupados con explicar qué es un galón; o un litro. Especifican que un galón es 128 onzas (fluidas, naturalmente, según aclaran). Especifican que un litro es (copiamos) 33.8 fl.oz.; y por si no fuera suficientemente claro, especifican otro equivalente: 1 qt.1.8 fl.oz.

Oh, y tenemos que retornar, otra vez, al mundo de las arañas. No es culpa nuestra, la prodigiosa inventiva de la naturaleza. Esta vez, algo tan insignificante que sólo por pura casualidad, por reflejo del Sol, se nota. Pero, debajo de un lente de aumento, qué araña, qué maravilla miniaturizada. El cuerpo, como un ensamblaje geométrico de colores esmaltados, como ser naranja vivo, verde, gris amarillento, gris violáceo, negro, blanco; y las patas, como de vidrio verde, literalmente translucente contra el Sol. Como un prendedor para adornar un vestido; pero si lo viéramos en la vidriera de un joyero, diríamos: "¿quién jamás vio semejante araña?". Y sin embargo, aquí lo vemos.

Mañana, día un poco especial. Después de lo increíble en tiempo y trabajo que nos tocó en Shallotte, otra vez, a viajar.

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Sí, esta mañana, hacia Washington.

Segundo pueblo en camino - de nombre Bolivia. ¿Quién tuvo, y por qué, la idea de llamar este amorfo derrame de edificios bajos Bolivia? Recuerdos, recuerdos, para nosotros.

De tardecita. A quizás unos veinte kilómetros del deslinde entre el estado de Carolina del Norte y el estado de Virginia. Vamos a pernoctar por aquí. ¿Dónde?

Estamos anclados bajo los auspicios del cuartel de Bomberos Voluntarios del pueblo (otra vez, más un derrame de edificios bajos que un pueblo nuclear) de Sligo.  Sumamente amables, abiertos, acogedores, estos bomberos.  Nos hacen >>>>>>>>