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3) Nuestros genes y nuestro idioma materno son, imparcialmente hacia ambos lados, checos.

4) Sin embargo, hemos vivido, antes de la Expedición, durante años lo suficientemente numerosos y lo suficientemente bien repartidos en Buenos Aires y Nueva York para adquirir suficiente impresión previa de las almas ibera y angla, y adquirirla en suficiente igualdad para ambas.

5)  Tenemos igual fluidez en los dos idiomas, castellano e inglés, lo que nos permite una cobertura idéntica de ambas áreas de influencia, en contraste con la cobertura necesariamente desigual, por consiguiente casi necesariamente desequilibrada, de la parte angla por un Ibero con conocimiento vacilante de inglés, o de la parte ibera por un Anglo con conocimiento superficial de castellano/portugués. Sin mencionar nuestro perfecto conocimiento del francés para Haití y Québec; dejando sólo el portugués para Brasil en una categoría menos que perfecta - si bien muy manejable.

6)  Tenemos la agilidad y la precisión mentales de una educación universitaria; y teníamos una total ignorancia inicial de cada uno y todos los temas cubiertos por esta Expedición - asegurando así una ausencia de prejuicio; tal como una placa fotográfica indiferente en cuanto al tema que va a captar pero captándolo bien.

7)  Qué maravillosa sería la madura sabiduría de toda una vida si no estuviera petrificada por los años. Qué maravillosas serían las universales curiosidad y admiración de la niñez si tuvieran la madurez de lograr lo mejor de sí mismas. Estamos tan agradecidos que, por alguna peculiaridad fuera de nuestra voluntad y por ende de nuestro merecimiento, adquiriendo madurez no perdimos frescura.

8) Asimismo tan agradecidos nos sentimos por nuestros tres altos aguantes (alfabéticamente), emocional, físico, intelectual - comunes individualmente, sin duda, pero menos comunes en troika.

Cuántas personas podrían, o aceptarían, dormir exitosamente en un congelamiento de -40 grados Centígrados o Fahrenheit (da lo mismo), respirar la falta de oxígeno bien por encima de 6.000 metros sobre el nivel del mar, caminar y resbalar nueve días por una selva; volverse una eficaz laucha libresca a lo largo de meses y años sin hiato; aguantar la ansiedad de un diferencial roto donde por ley el diferencial no se puede cambiar, o la ansiedad de once días de una lucha de esperanzas menguantes con una aduana, lucha que terminó bien solamente por un imprevisible milagro a nivel de la Presidencia de aquel país.

9) Asimismo tan privilegiados nos sentimos de tener una salud a prueba de cualquier circunstancia, una salud a toda prueba a largo alcance, sin la cual nada importaría.

10) No debemos un centavo o auspicios a nadie. Deber semejantes cosas es ser esclavo.  Tenemos la libertad de ir ajustando cada aspecto de la Expedición >>>>>>>>