presos inocentes recobran su libertad - empero con el imborrable trauma de la malévolamente falsa acusación, de la injusticia, y después de haber perdido años de la vida en la cárcel injustamente.
Lo que nos hace acordar de otra práctica bien curiosa en la justicia vespucciana, aun cuando legalmente incorporada como cosa normal - lo que justamente la vuelve tanto más curiosa. El regateo de culpabilidad (plea bargaining).
El regateo de culpabilidad ocasiona, o incita, o simplemente hace posible, dos cosas:
•) Que un acusado, a todas luces culpable, sea condenado por algo menor, a sabiendas por parte del tribunal.
•) Que un acusado inocente "confiese" sin tortura física algo que no cometió.
En el caso del culpable, el acusado, en vez de defenderse contra la acusación, se confiesa voluntariamente de algo menor; y el fiscal, aun teniendo todas las razones para creer que el acusado cometió lo peor, lo condena por lo menor.
Ello, porque, por una parte, el acusado quiere evitar las posibles debilidades e incertidumbres de su defensa, y por otra parte, el fiscal quiere evitar las posibles debilidades e incertidumbres de su acusación, y simplemente el trabajo del juicio.
Además, regateo es regateo, el fiscal, por aceptar a sabiendas el subterfugio, puede exprimir alguna otra ventaja del acusado, como ser el testimonio de éste contra otro acusado, más difícil de pelar, de convictar - no sabemos por qué, si existe la palabra "convicto", no podría utilizarse "convictar" en vez de toda una perífrasis.
Además, regateo es regateo, el fiscal preparándose para el regateo, infla a sabiendas sus acusaciones para tener su margen de rebaja en el regateo.
En el caso del inocente, el acusado inocente tiene tan poca fe en el sistema, que prefiere, confesarse de algo menor que la acusación aunque ni lo menor lo haya cometido porque nada cometió, y saber que así se protege contra el peligro de una acusación y falsa o errónea condena, por algo peor que tampoco cometió. Y el fiscal acepta esta confesión menor que la acusación por las mismas razones que supra.
Otra noticia, un par de minutos más tarde. Desde hoy, "toda droga ilegal vendida en el estado tiene que llevar su estampilla fiscal impositiva (excise tax stamp)". ¿Insondable demencia - insondable inmoralidad - alucinación nuestra?
¿Pero por qué extrañarse? ¿No es que, según ya anotamos, no nos acordamos dónde, tenemos en mano la prueba impresa negro sobre blanco, publicada por el >>>>>>>>