Pero qué escandalosa sorpresa nos llevamos aquí, cuando decidimos curiosear por el espectro de los largos de ondas visibles, entre el violeta a un extremo del espectro, y el rojo al otro extremo del espectro, o sea entre el largo de onda de 370 milimicrones del violeta y el largo de onda de 780 milimicrones del rojo, y cuando tomamos consciencia de que los largos de ondas yendo del rojo al "infra"rrojo no bajan sino suben, de que el incuestionado "infra"rrojo tiene un largo de onda no debajo sino por sobre el largo de onda del rojo visible, o sea de que, en pura y simple lógica, y si palabras significan algo, el "infra"rrojo es, en realidad, un "supra"rrojo.

Por otra parte, tomamos consciencia, la denominación "ultra"violeta, fuera del espectro visible del otro lado del abanico de largos de onda, si bien no tan aterradora, es incuestionablemente por lo menos sujeta a dudas, ya que, si bien "ultra" significa "más, más allá", no especifica netamente en qué dirección. De manera que nos parece que nada se opone a, y todo recomienda, que el llamado "ultra"violeta, ya que tiene un largo de onda, inferior, por debajo de, más corto que, el violeta, sea llamado "infra"violeta.

Sí, de ahora en más, nos emancipamos del engaño impuesto por el vocabulario de la cofradía científica internacional y vamos a tener la clara noción de que, tal como las palabras lo significan, el infravioleta está debajo de los 370 milimicrones de las ondas más cortas visibles, y el suprarrojo está por encima de los 780 milimicrones de las ondas más largas visibles.

Salvo que esos genios quieran hablar de frecuencias, en vez de longitudes, de ondas - qué bien nos sirve, a tantos años y tantos kilómetros de distancia, el cursillo que nos fue impartido por la Voz de los Andes en Ecuador sobre el comportamiento de las ondas electromagnéticas, cualquier onda electromagnética.

En cual caso, lo invisible más allá del violeta sería en verdad ultravioleta porque mientras, por su largo menor de ondas que en el violeta, es "infra"violeta, ahora, por su frecuencia mayor de ondas que en el violeta, se vuelve "ultra"violeta; y de misma manera, lo invisible más allá del rojo sería en verdad "infra"rrojo porque, mientras, por su largo mayor de ondas que en el rojo, es "supra"rrojo, ahora, por su frecuencia menor de ondas que en el rojo, se vuelve "infra"rrojo.

Listo. Otra acumulación de anotaciones e informaciones despejada; o, se podría decir, otro trabajo de Augías despejado.

Sí, pero nosotros, ahora, ¿qué? Ya no tenemos detrás de qué escondernos para no enfrentar las múltiples dudas del futuro, cuya multiplicidad, por sí sola, es un problema.

Sin duda, y sin sorpresa después de tanto tiempo en semejantes condiciones, la carrocería de nuestro vehículo tiene cuatro manchones carcomidos de herrumbre, >>>>>>>>