español english français česky

»»»* No todos los puntos del círculo barrido por un huracán son igualmente peligrosos. El punto más peligroso es donde la dirección de rotación de los vientos coincide con la dirección de traslación de todo el sistema hacia adelante, porque en ese punto se suman la velocidad de rotación y la velocidad de traslación. A la inversa, el punto menos castigado es donde la dirección de rotación de los vientos es en sentido contrario a la dirección de traslación de todo el sistema, porque en él se restan la velocidad de rotación y la velocidad de traslación.

»»»* No todas las capas horizontales de un huracán son iguales entre sí. En las capas inferiores (hasta unos 3.000 metros de altitud) la rotación es centrípeda; en las capas superiores (el tercio superior) la rotación es centrífuga.

»»»* El eje vertical interior de todo ese infierno girando es lo suficientemente benigno como para albergar pájaros en vuelo, viajando (involuntariamente) con el huracán, y como para permitir la incursión de aviones de investigación.

»»»* Un huracán toma su cometido destructivo muy en serio, embiste lo que encuentra, desde varias direcciones sucesivas para asegurar que cualquier cosa que haya sobrevivido su embate desde un lado no lo sobreviva desde otro lado. Primero, esmerila su víctima con vientos perpendiculares a su dirección de traslación; luego, la esmerila con vientos paralelos a su dirección de traslación; y finalmente, remata la destrucción con vientos otra vez perpendiculares a su dirección de traslación, pero en sentido contrario a los primeros vientos perpendiculares.

»»»* Así es Huraca, el dios de los vientos de los Taínos de las islas caribes precolonenses.

Quizás todos estos atrasos - intrínsecos y periferales - nos vayan sugiriendo la solución de un problema, o por lo menos de un inconveniente, que veíamos perfilarse en el futuro; el de llegar a Nueva York en invierno, una bien impalatable e impráctica perspectiva. Tal vez sea, todo ello, una incitación a quedarnos por aquí hasta la primavera. Mal no vendría para redescubrir todas las crónicas olvidadas, de esta Expedición hasta ahora.

■ Y durante todo este tiempo hasta ahora, seguimos, según nuestra costumbre, percibiendo el país visitado, por medio de sus ondas radiofónicas.

He aquí algo de lo escuchado (no como resultado de una búsqueda organizada en cierto sentido, hay que subrayar y recalcar, sino como resultado de la casualidad de encuentros radiofónicos dictados por el tiempo disponible).

~    Costo del analfabetismo vespucciano para la industria vespucciana: veinticinco billones de dólares. Es la suma que la industria se propone gastar para enseñar a sus trabajadores a leer y escribir - ah, pero no a leer y >>>>>>>>