variando automáticamente su eje entre vertical e inclinado según las necesidades, el molde pasa automáticamente por un secadero, y se reacerca al operario, quien sólo extrae la pieza.
Luego, se completa la formación de las piezas - también con mucha labor manual, previo secado ligero para que las piezas no se tuerzan bajo su propio peso cuando se las maneja.
→ Se raspa las rebarbas.
→ Se agrega, cuando corresponde, picos y asas - preparados separadamente por medios idénticos, asegurándose de que la junta está bien homogeneizada y alizada.
→ Se deja secar las piezas terminadas de formar, de par en par, en cámaras de ambitura y sequedad controladas.
Luego, se pasa a dar vida a las piezas, hasta ahora totalmente inatractivas - a decorarlas, vale decir, como mínimo, a darles un color liso otro que blanco por fuera, y a esmaltarlas, como sigue, según la calidad que se desea.
♦ Calidad común.
…Ya que siempre se quiere dejar la base de las piezas sin color ni esmalte, se pinta, primero, la base con estearina para que no se pegue ni el color ni el esmalte.
…Se aplica la pintura, generalmente al exterior de la pieza; lo que puede ser por baño, aspersión o pincel.
…Se deja secar.
…Se aplica el esmalte; lo que también puede ser por baño, aspersión o pincel.
…Se deja secar. Y qué mate e inatractivo todo es todavía.
…Se hornea - no ilógicamente, de la manera como vimos hornear ladrillos (los ladrillos industriales) o sea pasando los objetos con lentitud casi imperceptible durante 24 horas por un horno en forma de corredor con varias zonas de ambituras diferentes, primero ascendente de zona en zona, luego disminuyendo de zona en zona. Es a la salida del horno que se descubre la mutación: todo resplandece - y la parte del objeto no coloreada que, hasta entonces, era de color perfectamente arcilloso, ahora asombra por su blancura nívea.
♦ Calidad mejor.
…Se recurre a dos horneadas: una, extra, antes de la aplicación del esmalte, y una, después, como susodicho.
…Finalmente, en las piezas realmente de fantasía, viene la decoración con motivos pictóricos como ser, habitualmente, primorosos ramilletes de flores, y ribetes de distinción. El momento de los artistas.
Ah, pero qué fácil es ser artista, hoy en día. Basta con saber pegar calcomanías - claro que calcomanías especiales a prueba de fuego porque, luego, es necesario hornear otra vez el objeto para que el motivo se unifique indeleblemente con la loza. Qué invento, estas calcomanías, pero hay que >>>>>>>>