puntas de obsidiana, 5.000 cuentas de conchas, adornos de cobre - tales como un tocado con tres pares de cornamenta, y un tocado en forma de una silueta humana curva para adaptarse a la cabeza, y un tocado representando un oso con sus piernas articuladas y, mucho más sorprendentemente, sus orejas articuladas - y también otros ornamentos, de concha y de cobre; y cerca de 200 pipas finamente talladas en piedra, en toda una variedad de formas como ser pájaros, reptiles y otros animales (ahora en Londres - parece que no solamente de países subdesarrollados se esfuman tesoros arqueológicos).

Hablar de pipas es, en realidad, totalmente engañoso. Es cierto que sirven para quemar algún yuyo (no necesariamente tabaco, por la simple razón de que tabaco no era una planta local) y para aspirar el humo, pero, en cuanto a forma, no tienen relación con lo que se concibe como pipa; de hecho, nadie se daría cuenta, sólo por la apariencia, de que son pipas; hay que imaginarse un tallado de un animalito sentado, o de una cabeza humana, colocado en un pequeño sócalo en forma de lámina levemente convexa - eso es la pipa.

Esta es una oportunidad para tener presente que los paraborígenes no fumaban por vicio como los drogadictos-fumadores de hoy sino que fumaban solamente en rituales, por considerar el humo una comunicación con los espíritus.

En uno de los túmulos, se encontró, y ahí lo vimos, una vieja conocida nuestra - desde Teotihuacan principalmente: mica; como alfombrado mortuario; en este caso, en una plataforma de depósito de restos de cremación, y no de un solo individuo sino, colectivamente, de cuatro individuos.

Y hacia nuestra próxima meta, la ciudad de Columbus, donde esperamos ver, en un museo, otras piezas sacadas de los varios túmulos que visitamos. Para no llegar a Columbus inadecuadamente de tardecita, vamos a buscarnos en camino un sitio para pernoctar.

Encontrado; a lo largo de un campo; y asentados para la noche. Tendremos como vecinos muy inhabituales, en el campo, pavos reales - algunos, con los colores acostumbrados, algunos, totalmente blancos, deambulando en toda libertad.

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Esta mañana, el tiempo amaneció muy tormentoso, y los pronósticos advierten de fuertes tormentas todo el día. No nos place la idea de movernos por el infierno de una ciudad desconocida bajo fuertes lluvias. Nos vamos a quedar aquí todo el día hasta mañana.

Trabajos de oficina siempre hay para ocuparnos. También será tiempo muy bienvenido para anotar noticias varias escuchadas por radio en los días >>>>>>>>