Solamente puede enriquecer el cuadro general, tener presente, por una parte, que se encontró pequeños tallados de serpientes en piedras en túmulos vecinos; y por otra parte, que existe un sitio de serpiente de barro hasta en Ontario.
Muy de notar es - porque muy pocas veces se da tanta nobleza, abnegación y generosidad - que esta reliquia de otros tiempos, de otras creencias, fue salvada para la posteridad, primero, por el agricultor en los campos del cual se encontraba la serpiente, quien, mientras sus vecinos dinamitaban sus túmulos para más espacio para sus siembras, se abstuvo de imitarlos; y luego, por unos Bostonianos quienes compraron el predio para su preservación.
En el mismo orden de noble conducta, es justo mencionar, ahora que nos acordamos, que el predio alrededor de las runas de Heavener fue preservado para la posteridad por su donación por parte de sus ex-dueños a las autoridades pertinentes.
Hacia nuestra próxima meta, otra arqueología, Fort Hill, Loma del Fuerte. Por el nombre, debe de ser una duplicación de Fort Ancient.
Viajando en toda agradabilidad.
»» Campiña, a veces casi ondulada, a veces casi chata, de campitos, de bosquecillos, con un denominador común: verdor.
»» Camino de tercera categoría, o sea eminentemente humano.
»» Y las características vespuccianas habituales: disciplina robótica en la ruta; limpieza a lo largo de la ruta; viviendas muy pulcras por fuera, endebles por dentro.
Loma del Fuerte.
Sí, es una re-edición de Fort Ancient: fuerte no hay; un muro de cercamiento por los 2,5 kilómetros de contornos de una meseta de unas 19 hectáreas; hay las mismas numerosas aperturas inexplicables si el recinto era de fortificación, y hay las mismas medidas inexplicables del muro si el recinto era ceremonial.
Una notable curiosidad es que el muro no fue eregido en la parte más alta de la escarpadura alrededor de la meseta, o sea desde el nivel de la meseta para arriba, sino levemente debajo de la unión entre la escarpadura y la meseta, de manera que la terminación superior del muro debía de alcanzar, en partes, no más que el mismo nivel de la meseta y, en partes, incluso, por debajo del nivel de la meseta.
No hay indicios de quién construyó el cercamiento. Los restos hopewells de la vecindad no necesariamente tienen relación con el recinto. O sea, otro sitio fantasma.
Basta para hoy.