No será hoy que alcanzaremos nuestra próxima meta, el sitio supuestamente vikingo en alguna parte de la comarca del pueblo de Heavener. Acabamos de luchar con una cansadora combinación de sinuosidades serranas, de niebla y de oscuridad crepuscular; lo único cuerdo por hacer es no arriesgar los pocos pero desconocidos kilómetros que faltan, e instalarnos aquí para la noche.

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El sitio vikingo, escandaloso por tan mediterráneo, se reduce a un gran afloramiento de roca de faz vertical y plana por naturaleza; y el interés de la inscripción se reduce a una sola línea de caracteres rúnicos, auténticos por consenso unánime de todos cuantos los vieron - lo que no significa que haya consenso en cuanto a la autenticidad histórica de estos caracteres, auténticos en su forma.

Los hechos palpables son así.

La inscripción, de ocho runas, tiene seis runas en la runolista más antigua futzar, en uso alrededor de 300 d.C., y dos runas - la segunda y la última - en la runolista posterior futzor, que entró en uso alrededor de 800 d.C.

Las runas

La transliteración no es cosa evidente.

… Una primera tentativa fue GNOMEDAL, pero postulando que dos de las runas estarían "mal escritas" - y de todos modos, palabra sin sentido.

… Una versión más reciente, de 1967, respeta las runas tales como son; las interpreta como GAOMEDAT; no les encuentra sentido directo; pero, por medio de maniobras criptológicas, saca a relucir la fecha de 11 de noviembre de 1012, aclarando que el uso de las dos runolistas había sido necesario justamente para el encriptado de esta fecha.

Todo lo cual, la mezcla de las dos runolistas, la existencia de un significado laboriosamente encifrado en un significado aparente o ningún significado - cuando nos acordamos de nuestro asombro ante todas aquellas runas, manipuladas, compactadas, anagramadas, omitidas pero subentendidas, diagramadas, numerizadas, en los textos vikingos del litoral noreste de América, y todo cuanto anotamos detalladamente al respecto - nos parece solamente lo normal en la cultura y expresión rúnicas.

Y es alrededor de esto que lidian los dos bandos adversarios.

«» El mejor argumento de los valedores es que el desgaste atmosférico y, sobre todo, la oxidación, incluso en las incisiones, indican una edad de muchos siglos.  Es el mismo caso que con las piedras de Ica.