……"Reproducciones" de cosas que no existen, como ser relieves policromados toltecas de Tula que nosotros sabemos que no existen ni de lejos en la manera presentada.
……Y los muchos colores "reproducidos" nos parecieron mucho más opacos que colores paraborígenes originales según conocemos.
……Muestra con perfecto desacuerdo entre su leyenda y sus objetos. Por ejemplo, leyenda: descubrimiento de la agricultura; objetos, para cualquier uso salvo agricultura: perforador, cuchillo, raspador, hacha, puntas de lanzas.
……¿Y qué es esa maqueta? (Nosotros sabemos que es Teotihuacan porque ahí estuvimos.)
……¿Y qué es esa maqueta?  Nosotros sabemos que es Tula porque ahí estuvimos.)
……El guerrero monumental, en forma y función de pilar, traído de Tula, perfectamente invisible contra el encandilamiento del ventanal.
……Etc., etc.

Todo cuanto no nos impidió ver, apreciar, admirar, lo siguiente.

)^( El Disco Cósmico Azteca merece un parrafito aparte.

Aun para quien no sepa, aun para quien no tenga interés en saber, la razón de ser de este disco azteca, cada milímetro de la superficie es una maravilla de precisión geométrica, y un asombro de complejidad y equilibrio en la densa estructuración de sus centenares de componentes. Dibujar en papel lo descrito sería obra de maestro; haberlo grabado en piedra, con tal perfección, en cada micro-detalle y en su conjunto, es fenomenal; y originalmente, como no podía haber sido de otra manera en esta América paraborigen, todo pintadito de varios colores.

Trátase de un disco de basalto de no menos de 3,6 metros de diámetro, y de no menos de 24 toneladas ...; como fiel recipiente, reflejo y conservador de tanta meticulosidad.

Se lo encontró recién en 1790, 270 años después del vandálico arrasamiento de Tenochtitlán, a pasos del Substrato Eclesiástico Mayor, entonces todavía ni soñado, y a pasos de la Catedral, que es a donde fue a parar, empotrado en un muro.

Más fascinante aún que la forma, es el significado de todo eso; más fascinante aún que la forma, porque la forma está a la vista, es admirable, pero no hay nada para argüir, mientras que el significado es campo soñado para argumentadores profesionales. Y los pareceres vienen tanto de estudiosos académicos como de estudiosos más, digamos, especializados; y, en este caso, por una vez, no parece haber irreductibilidad entre las esferas de interés.

Dicen los académicos.

Esta iconografía, de lejos no es un simple fechario como se podría simplistamente deducir de los glifos de los veinte días. Es más bien un resumen de la visión azteca del cosmos.