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- Mayas guatemaltecos, Aztecas, Tahuantinsuyenses -
  Padecieron la confusión inicial de los dioses blancos barbudos regresando.
- Mayas yucatecos -
  Siempre supieron que enfrentaban invasores.

- Mayas -
  No imperialistas.
- Aztecas, Tahuantinsuyenses -
  Imperialistas.

■ Y en cuanto a los dos fantasmas palpables, milagrosos, de ultratumbas, la cosa es así.

\1 En 1978, febrero de 1978, explotó en Ciudad México, y tuvo repercusiones en cuantos círculos urbi et orbi tienen interés en esas cosas, que, en pleno centro de la ciudad, se había descubierto el Templo Mayor azteca.

> Maravilla de maravillas.  Increíble.  Inexplicable.

Aun aquel que no supiera nada de arqueología pero tuviera sesos se asombraría de cómo pudo todo un templo, y un templo mayor, sobrevivir sin que nadie lo hubiese visto durante cuatro siglos en pleno bullicio de una ciudad. Tanto más, con estimaciones de altura del templo por decenas de metros, entre 30 y 60 metros, más bien hacia 60. ¿Y por qué había que estimar, en vez de simplemente medir, algo que se descubrió y estaba, por buena lógica, a la vista? ¿Cómo pudo 30 metros o más de altura quedar invisible en medio del bullicio? ¿Quizás, un montículo, aceptado como natural pero, en realidad, un montículo luego reconocido como arqueológico a la manera de lo que ocurre en la selva del Petén? No. Ningún montículo. Todo chato. ¿Entonces? ¿Y el templo mayor?

  Además, quien supiera un poquitín de arqueología azteca, sabría que el foco religioso mayor azteca tenía, muy característicamente, dos templos, templos gemelos, lado a lado. ¿Entonces, cómo se podría haber descubierto un solo templo (invisible en sus decenas de metros de altura, no hay que olvidar) y no dos?

Es por culpa de esta insondable barbaridad lanzada por la erudita cofradía arqueológica que nosotros sufrimos leyendo absurdidades como éstas:

- La más famosa pirámide era el Templo Mayor.
- El Templo Mayor estaba coronado de dos templos.
- El Templo llegaba a quizás 60 metros de altura.
- Y más, pero basta.

Una confusión de conceptos y vocabulario que, si ocurriera a un escolar de segundo grado, se mandaría al escolar a algún instituto de rehabilitación mental.