Parece que, en esta decisión de migrar, y en su realización, el prócer fue Huitzilopochtli, o sea Picaflor-Izquierdo. Debe de haber sido muy reverenciado porque, generaciones más tarde, su nombre se volvió el nombre del dios de la guerra, y el dedicatario de uno de los dos templos gemelos mayores de Teotihuacan.
Los Aztecas no se movían como invasores sino como migrantes.
[*] Así llegaron a la zona de Tula de los ex-Toltecas. Aquí, dos versiones, a elegir.
→ Versión 1: en esta zona, pausaron y empezaron a apreciar y a apropiarse conceptos de la extinta cultura tolteca.
→ Versión 2: siguieron de largo; recién más tarde descubrieron, y se volvieron activos admiradores y émulos, de la extinta cultura tolteca. [Versión más plausible.]
[*] De todos modos, y para no atrancarnos en detalles, es a fines del siglo XIII que, por las tradiciones - orales y escritas, mejor dicho, pintadas - los Aztecas aparecen por primera vez en lo que se suele llamar, como si fuera así, pero no se puede llamar, porque no es así, el Valle de México; que no se puede llamar así, porque, no hay tal valle, o sea algo con una entrada desde arriba y una salida hacia abajo, porque, lo que hay es una hoya orlada de sierras por todo su perímetro; además, para mayor percepción y respeto de las realidades, una denominación aun más descriptiva, considerando la altitud de la hoya, sería Altihoya; no sabemos por qué podría haber un altiplano y no una altihoya.
De manera que fue hacia fines del siglo XIII que los Aztecas aparecieron en la Altihoya que, desde ese mismo momento, se podría llamar, sin anacronismo, de México porque, si bien esos migrantes llevan ahora universalmente el peso histórico de la etiqueta de Aztecas, también se llamaban a sí mismos Mexicas.
Con respecto a esta denominación "Mexicas", siempre, consistentemente, la vimos escrita, aun en fuentes castellanas, sin acento en la "e" como sería en México, etc. No entendemos pero respetamos.
Una vez en la Altihoya de México, los Aztecas-Mexicas encontraron que no había poder global centralizado; que había un mosaico de ciudades-estados menores; que había una densidad de población que no dejaba tierra baldía donde ellos se pudieran asentar; y que los lugareños los consideraban con desconfianza como otros indeseables bárbaros venidos del norte.
[*] Cualesquiera hayan sido los detalles, eventualmente, los Aztecas se encontraron como vasallos de la ciudad-estado de Colhuacan, la más distinguida de las cinco ciudades-estados resultantes de la caída de Tula, y cuya casta gobernante se dice que era descendiente directa de la casta gobernante de Tula.