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Los Toltecas se encontraron en Chichén Itzá después de, y por, haber sido expulsados de su territorio central.
Los Toltecas se encontraron en Chichén Itzá como parte de su expansionismo por dónde podían.
  Los Toltecas se establecieron en Chichén Itzá como invitados por haber ayudado en una refriega local.
  Los Toltecas se impusieron en Chichén Itzá como invasores.

Pero nosotros no nos olvidamos de las otras, sutiles, ponencias que anotamos en Chichén Itzá, llegando al extremo de que los Toltecas nunca estuvieron en Chichén Itzá, de que el sello tolteca, que indudablemente en Chichén Itzá existe, fue traído por alguna otra etnia, aculturada a la tolteca.

5► Aporte de los Toltecas.

Tenían, en lugar del ideal teocrático teotihuácano anterior, un ideal militarista; y tenían sacrificios humanos sistemáticos como institución; ambos rasgos que irían a ser imitados más tarde por los Aztecas, y con creces.

6► Ocaso de los Toltecas.

A su vez, bajo nuevas olas de chichimecas nómadas desde el norte. Hacia 1150, como ya dicho; seguido de caos y fraccionamiento de poder regional entre cinco ciudades-estados, durante los 200 años antes del ascenso, y del nuevo poder unificador supraregional, de los Aztecas.

7► Legenda de los Toltecas a la llegada de los Españoles. (Conocida por el embudo de las tradiciones históricas paraborígenes, que retrocedían en tiempo, como máxima antigüedad, justamente hasta incluir a los Toltecas; las tradiciones históricas paraborígenes no alcanzaban, ignoraban, la existencia, anterior, de los Teotihuácanos).

"Los Toltecas eran grandes artífices; grandes comerciantes; muy religiosos; introdujeron el uso de los metales; cultivaban algodón de colores; sus palacios [ojo con esta palabra] eran extraordinarios, decorados de conchas, turquesas, plumas; su mismo nombre se volvió sinónimo de artista; el recuerdo de su capital era un fantasma de maravilla."

Y es notable que la sociedad azteca, tan notable ella misma, tenía en gran consideración la cultura tolteca - a punto, de imitarla aun en lo peor, militarismo y sacrificios humanos en serie, y de mudar gran cantidad de revestimientos labrados de los edificios toltecas para su propio uso.

Con tanto elogio de la creatividad tolteca, no entendemos la opinión que anotamos, en su oportunidad, de lo nefasto de la influencia tolteca sobre El Tajín en la fase final de su florecimiento, en el siglo XII, antes de su destrucción por sus propios chichimecas.