■ Los recesos perimetrales como andenes entre estrato y estrato que, en un zigurat, serían bastante anchos y todos iguales, aquí, son muy varios en ancho, hasta casi desaparecer, o presentarse más como una estría o ranura de adorno, haciendo olvidar su presencia segmentadora.
■ Hasta la escalinata de acceso hacia la plataforma de la cumbre y el templo que, hoy, ya no existe, que, en un zigurat, corta despiadadamente cada ángulo recto de cada encimada, aquí, inconspicuamente, humildemente, se pega a la inclinación de los costados sin interferir en la silueta general; y si agrega algo a la estructura es elegancia: astutamente más angosta de plataforma en plataforma sin que sea siempre obvio - como las rayas verticales en la tela de un vestido sabiamente angostadas por pinzas en la cintura para afinar la silueta de la portadora.
Es por la combinación de todos esos factores suavizadores de lo que sería un zigurat, con la inescapable realidad de la cumbre en explanada para algún edificio como nunca fue el caso en una pirámide auténtica, que con mucho gusto agregamos a nuestras nociones desarrolladas en el curso de esta Expedición, la noción de penepirámide, Penepirámide del Sol, para esta estructura como ninguna otra hasta ahora.
Muy lamentablemente, este perfil de mayor fineza requiere la combinación de otro ingrediente, un adecuado ángulo de iluminación, por lo que la Penepirámide del Sol habitualmente no tiene mucho interés visual salvo por su bulto. Acaso era diferente cuando esta penepirámide estaba revocada, y pintada de rojo.
Ahora que su bulto tiene un interés otro que visual. Resulta que la base de la Penepirámide del Sol, de 225 metros de longitud con unos centímetros en menos, es igual - a sólo 60 centímetros de diferencia en menos - a la base de la pirámide de Queops, la mayor egipcia, de 225 metros con unos centímetros en más - pero si se sobrepone los perfiles de ambas ... qué diferencia.
De paso sea dicho que esta Penepirámide del Sol fue eregida alrededor de 100 a.C. y la pirámide de Queops, alrededor de ... 2650 a.C.
Otro rasgo de interés intelectual es que, adentro, hay otra estructura, acaso otras estructuras, mucho más vieja(s); lo que, después de todo lo que vimos, no es extraño; lo contrario sería extraño.