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■■■ Teotihuacan. Ruinas.
/¯\ Primer contacto visual externo (aproximándonos al recinto de las ruinas) - lamentada sorpresa de involuntario antagonismo; siempre es más hermoso sentir apreciación.
/¯\ Primer contacto visual interno (con los cinco primeros pasos de ingreso a las ruinas) - bienvenida deslumbrante amplitud; esperanzada expectativa.
/¯\ Impresión final, y recuerdo - apreciativa plenitud por la estructuración macro-arquitectónica, y por los específicos focos de interés artístico salpicándola.
Nuestro primer contacto visual externo fue de dos idénticas poliplataformas perfectamente bajas, chatas, desnudas, in-inspiradoras.
Pero, con el primer contacto visual interno, nos dimos cuenta de que las dos poliplataformas estaban ligadas por un muro conectivo, o sea que había algo más que esperar. Y, de inmediato, vimos que, de un >>>>>>>> lado de una de las dos poliplataformas, el muro se prolongaba, y que del lado opuesto de la otra poliplataforma, el muro estaba transformado en, continuado en, forma de una amplísima escalinata. Sí, había algo inhabitual.
Y, de inmediato, vimos que del otro lado de la escalinata, en reflejo simétrico de lo anterior, había dos idénticas poliplataformas más, y más muro, tanto en su función conectiva entre las dos poliplataformas nuevas como en su prolongación aun más allá. En realidad, estábamos confrontados con una impresiva combinación de un muro - luego, aprendimos que de 390 metros de largo - puntuado rítmicamente por las cuatro poliplataformas, y amenizado por la escalinata del medio. En realidad, estábamos confrontados, intuimos, con sólo un costado de algo mucho mayor, atrás.
Al mismo tiempo - entreverado, en pedazos y trozos, con las etapas descubridoras anteriores (pero, lamentablemente, impresiones encimadas no se puede expresar por palabras encimadas) - habíamos tomado consciencia de una larguísima, anchísima, amplísima, avenida, de la cual nuestro muro de 390 metros con su escalinata y sus cuatro poliplataformas era sólo un rasgo local.
Habíamos pasado de vistazo antagónico a visión esperanzada.