policía vio de donde había venido el tambor, y por lo tanto la responsabilidad, vio el peligro inmediato y consiguiente, pero se despreocupó, como si nada, de, ya sea,
a) detenerse para asistir en cualquier percance, o
b) adelantarse al acoplado y pararlo - por muchas razones a elección:
1) avisarle para que recupere su tambor,
2) avisarle por si acaso tenía otros tambores aflojados,
3) según el cariz general, darle o no una multa.
Pero no - adelante, el policía motorizado, y a mí qué me importa ...
Xochicalco. Dado primer vistazo; prometedor; pero visita completa, mañana.
Antes de acostarnos, con noche cerrada, magnífica Luna; apenas pasada de media luna, o sea bastante grande para ofrecer variedad de rasgos pero bastante chica para no encandilar, y con una incidencia de luz solar como a pedido para destacar, un salpicado de cráteres, también un cráter imperial, se podría llamar, por su posición y predominancia, algunos picos, un arco de cordillera, y un pico destacando su claridad sobresaliendo hacia un costado contra el vacío negro fuera del terminador; sin olvidar, naturalmente, las cuencas que no son océanos.
A la una de la mañana, acabamos de descubrir la extensión de nuestra ignorancia, porque lo que descubrimos seguramente existe desde que la Luna navega por su órbita. Descubrimos que, si bien la relación de los dos arcos (de la circunferencia y del terminador) era la misma, la colocación del conjunto había cambiado drásticamente de casi vertical a casi horizontal; y, sobre todo, descubrimos que la superficie de la Luna dentro de la ventana de luz no era totalmente idéntica a la superficie original, que ciertos rasgos habían desaparecido, ciertos habían quedado, ciertos habían aparecido, o sea que la ventana de luz y la superficie del satélite se habían deslizado en relación una con la otra.
Estas dos vistas, y la progresión lunar de Chalcatzingo, y el claro de Tierra en su soporte de plata de la otra noche, hacen una secuencia oscilando entre lo interesante y lo magnífico, con la única lástima de tener que quedarnos sólo con el recuerdo por no tener equipo apropiado para plasmarlo en fotografía.
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Segundo día, de tarde.
Xochicalco nos deparó un interés tan cautivante como inesperado. Xochicalco es un sitio arqueológico "de cámara", en contraste con sitios arqueológicos "de gran orquesta". No es que no haya algún otro vestigio, pero el interés se concentra en una sola estructura, concisa, compacta, llena de detalles >>>>>>>>