Además (siempre leyendo el diario), todos los capitalinos se iniciaron en la drogadicción por obsequio del ejército mexicano y con la bendición del propio Presidente:
"El lunes pasado, cuando la capital vivía una de las más prolongadas contaminaciones de que se tenga memoria, el Ejército Mexicano quemó doce mil toneladas de estupefacientes con la asistencia del Presidente en un acto político sin que nadie haya tomado en cuenta sus efectos contaminadores." |
Esto no lo inventamos nosotros, lo leemos en el diario.
CV Degustando helados inhabituales - tejocote, mamei (o sea papaya), mango, zarzamora, y elote (o sea choclo inmaduro).
Pudimos quedar en Cuernavaca estos dos días, con la noche pasada y la noche que se viene, por una astuta transferencia de tecnología: se nos ocurrió dormir, como lo hacemos, a veces, en Vespuccia, en el estacionamiento de un supermercado.
. .
*
▪
Esta madrugada, desayuno con música india - en el sentido inteligente de la palabra - desde ... Moscú.
Y todavía no sabemos dónde estuvimos estos dos días: un folleto turístico dice que Cuernavaca está a una altitud de 1.542 metros; otro, a una altitud de 542 metros; un folleto canta el agradable clima de Eterna Primavera; otro se confunde entre un paradisíaco panorama primaveral y el agobiante calor del día.
Viajando hacia nuestra nueva meta, Xochicalco (Sochicalco) - arqueología, naturalmente; gran cosa no esperamos pero ... quién sabe ...
Acabamos de no haber sido tragados en un severísimo accidente, por un margen de metros; y acabamos de haber presenciado el comportamiento de un policía - criminal. Nos había rebasado como vendaval un enorme acoplado playo con todo el peso y volumen del gran movedor de tierra que transportaba, cuando, a menos de cincuenta metros delante de nosotros, se le desprendió uno de esos grandes tambores de metal, el que instantánea- e irremediablemente se transformó en un letal trompo girando locamente sobre sí y trasladándose erráticamente por la calzada. Con los metros de margen, pudimos evitarlo; podría haber sido una catástrofe. Pero esto es sólo el principio de la historia.
Resulta que, a la altura del acoplado sembrador de tambores, viajaba un policía motorizado en una de esas motocicletas de irresistible potencia; el >>>>>>>>