)*( Por ejemplo, el desafío, frente a una roca de naturaleza bastante convulsionada, de ir distinguiendo - ya sea ignorando, según el caso, aquellas particularidades naturales de la roca que sólo confunden el relieve, ya sea agregando visualmente, según el caso, aquellas particularidades naturales de la roca que fueron aprovechadas en el relieve, y aquellos rasgos grabados agregados para plasmar el conjunto - y lograr distinguir una cruza de macro-pez y cocodrilo como nunca existió.
)*( Por ejemplo, frente a otro relieve, si bien de figura clarísima, renunciar a interpretarlo, y tratar de inventar implausibles supuestos, solamente para evitar el ridículo de dejar escapar la confesión de la impresión que realmente se percibe; tratar de inventar
→→ el supuesto de un jugador de pelota en espectacular salto para pegar una >>>pelota con su palo;
→→ o el supuesto de un mensajero de los dioses - interpretando, en este caso, >>>el palo anterior,
• como antorcha, de alguna revelación, se supondría, o
• como pergamino, con algún mensaje o mandamiento, se supondría;
todo ello, para evitar la ridiculez de un cosmonauta en vuelo por maquinita de chorro individual - con la noción de vuelo, aun que no sea por cosmonauta, ni a chorro, reforzada, impuesta, por los pájaros en vuelo que acompañan la misteriosa entidad, por arriba y también por abajo como para indicar lo alto que está.
Y, en este relieve, no hay salvación en alguna sabia rotación de la piedra. De cualquier manera se dé vuelta al personaje, no hay explicación más plausible que vuelo libre por los aires.
Tomando este relieve rupestre más en serio, la evidencia de que es insoluble está en que la cofradía arqueológica se retrae a su torre de marfil y se limita a decir que es del estilo olmeca de la fase de La Venta.
)*( Por ejemplo, un grabado tiene el capricho de volverse visible solamente en un momento más o menos limitado de mañana. Quien quiere verlo tiene que doblegarse al capricho. Es que, si bien la incidencia solar siempre tiene importancia en la mejor o peor visibilidad de semejantes grabados en chatedad, este grabado, sin la incidencia exacta simplemente desaparece.
Así son algunos de los condimentos que acompañan una visita de Chalcatzingo.
En cuanto a visibilidad de estos super-chatos relieves, a juzgar por la costumbre aparentemente universal entre los paraborígenes precolonenses de meter brocha y pincel dónde era factible, o sea en todo, y juzgando por unos últimos remanentes de pinturas encontrados en recovecos aquí mismo, en Chalcatzingo, bien probablemente estos relieves originalmente habrán sido coloreados; y con 2.000 años menos de erosión y con colores, habrán sido bien otra cosa.
Sí, un poco de pintura ayudaría