de Antropología en Ciudad México; y los conocedores decidieron, a su vez, no dejarlo ahí - lo robaron, junto con otras piezas para buena medida, en el robo más incomprensible y espectacular de los últimos, y tal vez de todos los años, en ese museo. Increíble.
En otros sitios, hay otras dos tumbas, pero sin interés.
Z El túmulo sin excavar se encuentra al lado de las dos primeras tumbas. No se excavó todavía, no solamente por falta de fondos (como mucha arqueología en México no se excavó todavía por falta de financiación - incluso mucho en Monte Albán) sino también por oposición de los lugareños.
Ya más de una vez escuchamos que los lugareños, en su sentir de paraborígenes, se rebelan contra excavaciones arqueológicas, las que, para ellos, no son más que la profanación de su pasado; y que llegan a apedrear a los arqueólogos. También escuchamos - directamente por boca de algunos paraborígenes que tuvieron contacto personal con los arqueólogos - de su resentimiento contra los, o algunos de los, arqueólogos porque "sólo piensan en su tesis u otra gloria universitaria y poco les interesa la preservación del sitio o de los materiales".
Aquí, en Zaachila, la erosión, con cada lluvia, despeja algún tiesto de cerámica; hasta, ocasionalmente, según nosotros mismos vimos, gotas de resina, acaso ámbar, y una cabecita.
Z Las dos urnas son muy difíciles de encontrar. Primero, porque no son lo que se esperaría, un recipiente panzudo, sino, a la manera zapoteca, un personaje sentado, con gran tocado de gala en la cabeza; que, parece, también servía de urna. Segundo, porque se encuentran en un contexto totalmente inesperado e imprevisible por su anacronismo, empotradas alto en la pared de una reciente y muy utilitaria casilla de un reloj público.
Z El campo de arqueología del pasado volviéndose campo de arqueología del futuro es muy interesante porque demuestra cómo, en presencia de, prácticamente debajo de los pies de, centenares de concurrentes al mercado local en la plaza del pueblo, algunos monolitos con grabados de culturas pasadas, ahora a flor de tierra, algunos parados, algunos tumbados, se van hundiendo para re-desaparecer bajo tierra, si nadie interviene, y volverse doble arqueología para los siglos venideros.
Z Zaachila no es puramente zapoteca. También aquí intervinieron los Mixtecas; los decorados en la tumba son mixtecas; en el dintel de entrada a la tumba, hay un motivo tipo Mitla. A la llegada de los Españoles, Mixtecas mandaban en Zaachila.
♦♦ Los restos del complejo monástico de Cuilapán no ofrecen interés de detalles empero sí de tamaño en el descampado, y de su conservación bastante buena; incluso todavía se hace sonar las campanas.
Sí, el tamaño es impresionante
Un detalle