Y de esos primeros pobladores pre-Zapotecas de Monte Albán, aún más interesantemente, quedan, a pesar de la comparativamente gran antigüedad, escrituras en glifos, tanto de fechas como de otra índole.
► Monte Albán II.
La segunda de esas otras gentes iniciales pre-Zapotecas apareció, y se radicó, en varios sitios de esta zona de Oaxaca, incluyendo lo que, hoy, se llama Monte Albán, probablemente alrededor de 300 a.C. El origen de ese segundo aporte poblacional es, peor que en el aporte olmeca o para-olmeca, peligrosamente especulativo; quizás de Guatemala - origen que quizás no sea tan sorprendente para quien está enterado de todos los focos culturales que estuvieron echando chispas a lo largo del arco sur de Guatemala en los siglos incluyendo justamente esta mencionada época.
Esta segunda ola de alóctonos trajo sus propios fuertes rasgos culturales; incluyendo frescos y cerámicas; pero también un estilo de arquitectura que, por la grandiosidad y sobriedad de sus restos, se merece el calificativo de ciclópeo; e incluyendo también, probablemente, ciencias como astronomía y derivados, a juzgar por un muy extraño edificio; extraño en forma, como proa de acorazado, y extraño por su posición, en total asimetría en relación con la académica simetría de todo lo demás, y extraño por su estructura interna, en verdad como se justificaría en un observatorio astronómico.
Fue de la hibridación de estas dos culturas alóctonas sucesivas que emergió, en el curso de siglos, el florecimiento de la etapa siguiente, ahora cultura autóctona de Monte Albán.
► Monte Albán III.
Período tan largo - de 100 d.C. a 1000 d.C. - que los arqueólogos lo dividen en III A, aproximadamente de 100 a 500, que se podría considerar de proto-Zapotecas, y III B, aproximadamente de 500 a 1000, que es de los Zapotecas históricos como se los cataloga hoy en día. Muchas de las ruinas que se ve hoy a primera vista en Monte Albán son de este período. Notable excepción: el ya mencionado observatorio en forma de proa.
► Monte Albán IV.
Fin de la histórica vitalidad zapoteca en Monte Albán. Por presión de una otra gente, ahora, terminal - de los vecinos de los Zapotecas, los Mixtecas. Lo que no significa fin de los Zapotecas, quienes encontraron nueva vida en otros sitios, tales como Mitla, según se dice - si bien los restos que vimos en Mitla y vemos en Monte Albán son diferentes como dos zebras y quince rinocerontes. Y lo que tampoco significa abandono de Monte Albán: la biópolis de los Zapotecas se volvió una necrópolis de los Mixtecas.