tres sociedades anónimas comerciales para ayudar a vivir y a sobrevivir algo que ya vio 2.000 ó 3.000 años de cambios, incluyendo el ex-cementerio donde crece.

Hacia Oaxaca. Teniendo muy en cuenta las diarias noticias por radio de robos varios y de asaltos, especialmente a turistas extranjeros.

Oaxaca. A primera vista, más que atraer, y prometer buena estadía, repele, por falta de interés callejero y por incomodidad. Previo relleno de pulpería, seguiremos directamente a la famosa ruina de Monte Albán, y aguantaremos las dificultades de visitar cualquier cosa de interés en Oaxaca a nuestro regreso.

Con unos 9 kilómetros de permanente y pronunciada subida, alcanzamos la cresta de Monte Albán, justo sólo para pernoctar.

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Dos días y medio más tarde.

/MA\  Monte Albán ¿capital zapoteca?

Sí y no. Lo que, hoy, Monte Albán simboliza, es indudablemente las ruinas de la principal capital zapoteca en su mayor florecimiento; pero Monte Albán empezó con otras gentes y terminó con otra gente.

► Monte Albán I.

La primera de esas otras gentes iniciales pre-Zapotecas apareció, y se estableció, en varios sitios de esta zona de Oaxaca, incluyendo lo que, hoy, se llama Monte Albán, probablemente alrededor de 800/700 a.C. No se sabe si esa primera gente fue directamente nuestros conocidos los Olmecas, o influenciada por los Olmecas, pero, de cualquier manera, indudablemente de cultura olmeca.

De esos primeros pobladores de Monte Albán, quedan - lo que no es sorprendente, más bien es natural, conociendo la filosofía arquitectural de esta parte de América de encamisamiento de estructuras viejas dentro de estructuras nuevas - los núcleos más internos encamisados dentro de algunas de las estructuras que, hoy, están a la vista.

De esos primeros pobladores, quedan también, más enigmáticamente, muchas toscas lápidas con incisiones de cuerpos humanos en muy extrañamente vívidas posiciones, contorsiones se podría decir; cuerpos humanos desnudos salvo, bien curiosamente, por sus muy típicos tocados con la función, en una forma u otra, de tapar la calota del cráneo y el costado de la cabeza, esto último frecuentemente hasta pasado el hombro.