Manera y grado I: manos en la posición universalmente habitual, apretando la palma.
Manera y grado II: manera I seguida de leve giro de las manos en plano vertical para apretar la base del pulgar.
Manera y grado III, la gran efusión: manera II, seguida de retorno a manera I, o sea tres apretones.

Todo cuanto llevó tiempo.

También, nos tocó presenciar otro cortejo fúnebre. Como el anterior, con el finado llevado a hombros, a paso lento, por el respetuoso, homenajeante, esfuerzo de los sobrevivientes, con incenso quemando, con flores - no cómodamente echadas, amontonadas, para su transporte motorizado, sino llevadas intencionadamente por cada condolido en sus propios brazos; y este cortejo, acaso más elaborado que aquél, precedido de música fúnebre por una banda de quizás seis músicos; ocupando la carretera a la entrada al pueblo, obstruyendo luego la calle principal hacia la iglesia, de una manera como, en lugares más adelantados en gentío y complicaciones, sólo los presidentes se pueden dar el lujo. Si hay que morir, feliz tal difunto. Y feliz tal equilibrio de desarrollo donde hasta el más humilde puede ser presidente durante media hora, aunque sea su última.

Lo que también llevó tiempo.

En resumen, hoy - lo que queda de hoy - será nuestro último-último-último día en el bosquecillo.

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Esta mañana, la meteoróloga de la Expedición comenta que la ambitura nocturna va bajando de a poco pero consistentemente; unos 5 grados en una semana.

Hacia nuestra próxima meta, Lambityeco, otra ... arqueología.

Escala en el pueblo de Tlacolula; su iglesia colonial - ¿no es un edificio colonial o cualquier resto colonial, ya arqueología también? - ¿dónde empieza arqueología?

No es que escaseen iglesias coloniales, pero ésta tiene una capilla - o, mucho mejor dicho, pertenece a una capilla, tanta diferencia hay entre lo rebuscado de la capilla y lo severo de la iglesia. Otro caso de capilla de decorado desenfrenado en cada centímetro cuadrado disponible; salvo que, aquí, la pintura es de la democrática, comprada en la ferretería del pueblo, sin pretención de áureo lujo.

Lo que sí es notable, quizás único, en esta capilla, es su muestra - y nos preguntamos por qué justificativo tiene tal muestra, no es que el tema no se merezca muy amplia propagación pública, muy al contrario, pero por qué >>>>>>>>