estirar a cuatro días. Y con una huelga gremial de celadores de las ruinas impidiendo, sin previo aviso, el acceso a las ruinas justo un día cuando el Sol hubiese sido favorable, se vuelve a empezar otra ruleta meteorológica. Es lo que nos pasó a nosotros.

⇔⇔► Subdesarrollos relacionados con las ruinas de Mitla.

1) Las ruinas tienen ciertas partes internas resguardadas por portones individuales, cerrados para la noche al mismo tiempo que el portón general. Muy bien. Pero, al iniciarse el día siguiente, el empleado abre el portón general (claro, porque si no, él mismo no podría entrar) y frecuentemente se "olvida" de caminar hasta los portones internos para abrirlos también, de manera que los visitantes - que, naturalmente, no saben que estos portones internos tendrían que estar abiertos - pasan de largo y se pierden de ver partes de las ruinas. Nosotros mismos, dos veces tuvimos que reclamar por el cierre indebido de estos portones - una vez, media hora después de que tenían que haber sido abiertos, otra vez, una hora y media. Ay, sí, el empleado se había "olvidado".  Nos preguntamos si, a veces, se olvida de cobrar su sueldo.

2)  Mismo caso, en el museo. El museo tiene una sección cerrada individualmente de noche para mayor seguridad, pero abierta cuando el museo está abierto. Muy bien. Pero cuando visitábamos el museo y quisimos ver dicha porción, estaba cerrada, como una hora después de la apertura general del museo - y el empleado estaba desayunando; claro, cuándo iba a desayunarse sino durante sus horas de trabajo ... Lo detectamos, le dijimos sus cuatro verdades y le cortamos su desayuno por la mitad.

3)  El estacionamiento es un basural que probablemente nunca fue limpiado.

4) Ninguna información referente a las ruinas, disponible; ni siquiera una hoja mimeografiada.

5)  Tres rompemuelles, feroces, ellos mismos totalmente rayados por el bajo de los coches pequeños, en los últimos 120 metros antes del mercado artesanal, en una callejuela donde, de todos modos, no se puede ir sino a paso.

6) La toma de agua comunal para el vecindario alrededor de las ruinas, adonde los vecinos vienen a buscar su agua de a balde. Inenarrable - hay que verlo para concebirlo: una casilla como cucha de perro, alcanzando la altura de las rodillas, y adentro, al fondo, una llave con pérdida, que no se puede arreglar porque no se puede alcanzar sino con la punta de una mano y con el cuerpo doblado en tres o apoyado en una rodilla; llave en la punta de un caño tambaleante que tampoco se puede reforzar por la misma razón de que no se puede alcanzar. Y para abrir o cerrar la llave, mismo problema, al fondo de la cucha, y todo lo que se recibe en el balde, de a gota, es un agua tan sucia >>>>>>>>