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y aquí también, como en Kansas, las vaquitas la están aprovechando como pastoreo y - como ahora ya sabemos - también la protegen contra las heladas.

La tierra sigue siendo sumamente rojiza.

La temperatura es lo que la palabra dice, sigue siendo tibia.

Ayer, llovió todo el día. De hecho, nos hubiese gustado tomar una fotografía de los almacenes de grano, pero, con el color cemento de los almacenes contra el color plomizo del cielo, hubiese sido como tratar de fotografiar un gato negro de noche. Ya no llueve, pero el cielo sigue plomizo.

Es lamentable, pero inevitable por la insistencia del fenómeno, mencionar que la carretera está ininterrumpidamente ribeteada de un doble encaje de basura, con miles y miles de botellas, latas, cajitas, desparramadas a ambos lados de la carretera; una suciedad que es la primera vez que vemos desde que empezamos esta Expedición.

La tierra sigue violentamente roja.

Hace un rato, empezamos a observar campos de algodón.

Por otra parte, se terminaron las bombas de petróleo.

Nos está llamando la atención la combinación de dos extremos mutuamente contrastantes; de ausencia de gente a la vista, lo que también ocurre en otras partes como ya mencionado varias veces, y de muy importantes cantidades de todo tipo de maquinaria agricultural. Como para ilustrar lo que nos dijo nuestro guía, ayer, en los almacenes de trigo - que, en contraste con el principio de este siglo, cuando un trabajador de campo producía comida para 7 personas, ahora, un trabajador de campo produce comida suficiente para 65 personas.

Solamente, es lamentable recordar que cantidad no es calidad, y que todo está obtenido a fuerza de herbicidas, insecticidas, fertilizantes artificiales, fumigaciones, etc.

Estamos por cruzar el deslinde entre Oklahoma y Texas.

La basura sigue con nosotros. Ah, pero nosotros, mientras tanto, le encontramos dos usos muy útiles: para investigadores de mercado - como la manera más auténtica y simple de enterarse de cuáles son las marcas preferidas de cerveza, gaseosas, chocolates, cigarrillos; y para empresarios cirujas - como mina de oro, o mejor dicho, de aluminio.

Pasamos del estado de Oklahoma al estado de Texas.

Estamos no solamente en Texas sino también en lo que, de no mediar uno de los más grandes robos históricos, todavía sería territorio nacional mexicano.