Sí, encontramos Abaj Tacalic, en la profundidad de los cafetales, al norte del pueblo de El Asintal; el Abaj Tacalic mencionado en la segunda etapa de la evolución de las raíces mayas, en el período primer milenio a.C./primeros siglos d.C.

Feliz ocurrencia es estar aquí ahora y no antes, ni siquiera unos meses antes, porque hace sólo unos meses que se empezó a excavar nuevamente, y sólo ahora los arqueólogos tienen algo nuevo que mirar y que ponderar; y algo, por ahora, bien confuso;

║ una escultura (de lo que parece una cabeza de mono con un bebé-mono escondido en lo que, a primera vista, parece ser rasgos de la cabeza grande); escultura adjudicada como proto-olmeca;
║   una estela y su correspondiente altar circular horizontal, muy a la manera maya preclásica;
║  y vestigios de construcciones en barro (ahora, no en su forma original de edificación del suelo para arriba sino asomando en huecos y trincheras del suelo para abajo, todo, muy a la manera de lo excavado en Caminaljuyú).

Un rompecabeza para expertos; y los expertos tienen años de excavaciones por delante para llegar a conclusiones.

Mientras tanto, los granos de café van mostrando su color rojizo, señal de madurez para cosecha.

Vamos a pernoctar en El Asintal. Aquí, la alcaldía lo tiene todo bien organizado; todas sus puertas, todas a la calle, tienen sus rótulos: Tesorería, Casamientos, etc. etc., Cárcel para hombres, Cárcel para mujeres (vacías, ahora y siempre, salvo por algún borracho buscapleitos para una noche, se nos informó).

Por otra parte, los habitantes tienen que tener algún problema psicológico reprimido, que es la única manera de explicar los nombres de ciertos negocios, como ser la Carnicería Cuerno de Oro, cuando ambos, cuerno y oro, son perfectamente inedibles, o el Bar Donde Lloran los Valientes.

. .
*
▪

Esta mañana, hacia la frontera - y allende.

Cruzada la frontera; con un destello de asco del lado guatemalteco ante la evidencia de que los vistas guatemaltecos son analfabetas, peligrosamente irresponsables, y ladrones. Por ejemplo, anotaron el motor como de cuatro cilindros, cuando tiene ocho cilindros; copiaron la especificación de los aros de rueda equivocadamente; exigieron recibir dinero sin otorgar recibo, para entregar el documento de salida en el cual figura claramente que es gratuito; quisieron cobrar otros importes por pretextos de fantasía. Un asco. Analfabetas, peligrosos y extorsionistas.