centro urbano, no hay un polo de atracción, y, para empeorar las cosas, hay muchos terrenos baldíos y hasta puros campos por entre las edificaciones. Sin embargo, si se juzga tanto por la ausencia de zonas decaídas o vandalizadas, como por la presencia de bastante inventiva en los varios edificios importantes, puede ser que Oklahoma se vuelva algún día verdaderamente la ciudad de Oklahoma.

Además, tiene su distintivo propio, en la presencia de pozos de petróleo en varias partes del conjunto urbano mismo; el más notable de estos pozos siendo el ubicado justo frente a la entrada de la casa de gobierno del estado de Oklahoma, donde otras casas de gobierno tendrían quizás una estatua - pozo que tuvo que ser perforado no verticalmente sino hacia un costado para poder alcanzar un depósito de petróleo justo debajo del edificio de esta casa de gobierno.

En cuanto a petróleo, tendremos que informarnos respecto a una particularidad que, por ahora, es un misterio para nosotros: ¿por qué en ciertos lugares se ve solamente una bomba de extracción, en otros lugares, solamente una torre como las que son comunes en cualquier fotografía de un campo petrolífero, y en otros lugares, una combinación de la bomba y de la torre?

Más allá de la aglomeración de Oklahoma. Vamos a pernoctar. Mañana, estaremos en Texas.

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Esta mañana, empezamos el día con una experiencia que - después de toda una vida de escuchar música clásica - tenía que tocarnos entre Oklahoma y Texas. Al prender la radio, unos pocos minutos después de las seis, nos encontramos con que difundían la primera sinfonía de Beethoven, lo que, de por sí, no es muy extraordinario; pero, cuando finalizábamos nuestro desayuno, vino la segunda sinfonía; y cuando nos pusimos en camino, empezó la tercera sinfonía, sin solución de continuidad; ahora, ya estamos con la quinta sinfonía; tiene que haber alguien en la radio-emisora de la Universidad de Oklahoma que tiene que tener un meticuloso espíritu sistemático. No sabemos hasta dónde podremos seguir la concatenación de las sinfonías, porque nos estamos alejando de la fuente de transmisión hacia el deslinde con Texas, pero nunca, en toda una vida de miles de horas de escuchar música clásica, se nos presentó la oportunidad de poder seguir la evolución de las sinfonías, una tras la otra, sin interrupción.

Mientras tanto, la topografía se ha vuelto variadamente ondulada, con zonas bastante onduladas, y otras, totalmente chatas.

Aquí también, los campos tienen una alfombra corta y tupida de trigo brotando; >>>>>>>>