Incidentalmente, no entendemos por qué se llama estos edificios "elevadores". Es cierto que se eleva el trigo para colocarlo adentro; cuando llega el grano, se eleva hasta una plataforma a la altura del tope de las chimeneas de almacenamiento, de donde, por medio de cintas transportadoras, se acarrea hasta la chimenea que corresponde. Pero es igualmente cierto que, luego, se baja el trigo para sacarlo de allí; se deja bajar, por gravedad, por una apertura en la base de la chimenea, dejándolo caer en los vagones. Y no hay más razón de llamarlos elevadores que bajadores. ¿No sería mejor "conservadores" que "elevadores", si se tiene miedo a la palabra "silo" ya que silo también puede referirse a depósito de forraje comprimido para su fermentación controlada como alimento suculento y de gusto agradable?
Una cosa que nos resultó, y todavía nos resulta, dificultosa de creer, pero que nuestro guía nos aseguró que es realmente así, es que polvo de trigo, o sea el polvo que se crea al manipular trigo, es altamente explosivo, tan explosivo, dijo él, como dinamita - en cierta manera, más peligroso que dinamita.
Y hablando un poco de todo con nuestro guía, también aprendimos que los campesinos de Kansas que vimos echando sus vacunos en los campos de trigo brotando lo hacen no solamente para aprovechar el alimento para los vacunos, sino también para conservar las plantitas muy cortitas para protegerlas contra las heladas. Así que es matar tres pájaros de un tiro.
Y todavía nos sigue resonando la palabra Ined en la cabeza. Y quizás, mejor todavía, In'd; In'd. Es así que los Anglófonos pronuncian la palabra Enid. Justo al revés de lo escrito y de lo que pronunciarían desde Polacos a Portugueses y desde Suecos a Sicilianos. Ya estamos acostumbrados al desequilibrio mental del idioma inglés; a su absurdidad fonética, a su absurdidad gramática, a su consecuente influencia inescapablemente destructora y mortal en cualquier germen nato de lógica que una persona pudiera tener. La situación no es tan dramática en el caso de una persona para quien el inglés es un segundo idioma porque tal persona tiene ya la protección del pensamiento lógico adquirido en su idioma original, y, en tal caso, los asaltos del idioma inglés son solamente enojosos y cansadores; pero en el caso de un Anglófono nativo, los resultados son simplemente trágicos. Es un círculo vicioso: la claridad o nebulosidad de un idioma fluye de, e influye en, la claridad o nebulosidad de pensamiento.
En este caso, se trata de la fonética. En inglés, nunca se sabe a ciencia cierta cómo se pronuncia una palabra, o una sílaba, o una letra escrita, hasta haberla escuchado en la práctica. Por ejemplo, la palabra "door" se pronuncia "dor", pero la palabra "poor" no se pronuncia "por" sino "pur". Cada palabra en el diccionario inglés para Anglófonos está seguida de su pronunciación figurada por medio de signos cabalísticos, que son como un tercer idioma. Y hubo casos cuando preguntamos cómo se pronuncia tal o cual palabra y el Anglófono nos dijo que no sabía porque nunca había escuchado la palabra.