melodías clásicas vulgarizadas para hacerlas populares, pero sin los sádicos, masoquistas, desesperados, destructivos, latigazos sonoros de moda.
No había repuesto nuevo; hubo que adaptar una manguera nueva a los terminales viejos; esperemos que dure.
→ Otro arreglo en el vehículo: una ventanilla que, desde varias semanas, se ponía cada vez más dura, y, una mañana, casi no quiso abrir.
→ Lavado de ropa, rezando que no ocurriese un apagón durante el lavado o secado.
→ Mucha correspondencia.
→ Rejuvenecimiento de la leyenda de identificación de la Expedición a ambos lados del vehículo.
→ Puesta al día de nuestro recorrido cumplido, en los mapas a los costados del vehículo, no actualizados desde la frontera entre Vespuccia y México.
El mapa de nuestro recorrido cumplido se está volviendo obviamente cada vez más difícil de seguir; lo notamos por las reacciones de la gente. Hubo un tiempo, digamos hasta haber alcanzado Panamá, cuando el mapa era dentro de la percepción y del límite de atención de la gente, digamos 5 a 15 segundos, con la excepción de los altos entendidos, quienes pasaban unos 30 a 40 segundos estudiando el itinerario y, cuando en grupo, comentándolo. Ahora, mientras los entendidos siguen pasándose sus 30 ó 40 segundos, o algo más, en admiración, la vasta mayoría de la gente decide, en dos segundos, que la cosa pasa de su entendimiento, y así lo evidencia alejándose de inmediato. Y es cierto; previamente, con un vistazo o dos, se percibía el significado del itinerario; ahora, hay que detallarlo en una sucesión de análisis para percibirlo.
→ Compras extraordinarias: zapatos; claro, de un material tan subdesarrollado, aun prehistórico, como lo es el cuero; pero elegantes y baratos - no para uso durante esta Expedición.
Los zapatos
La guía telefónica de San Salvador mitiga - y haciéndolo, delata - el vacilante
alfabetismo de sus usuarios, repitiendo, cada pocas páginas, el alfabeto entero. Ciertamente, la mayoría de las guías telefónicas, en muchos países, tendría sobradas razones para adoptar temperamento tan útil y necesario, pero sólo la guía telefónica de San Salvador, a nuestro conocimiento, tuvo la idea y la valentía de hacerlo.
Las tormentas cotidianas de San Salvador tienen un comportamiento diferente de aquellas de Copán o Tical. Aquí, no ocurren tan sistemáticamente de tardecita; a veces, explotan ya al mediodía; pero la gran diferencia es que, aquí, no hay la larga amenaza, la larga acumulación; aquí, las tormentas se anuncian con >>>>>>>>