Nosotros nos escapamos, y felizmente nos encontramos un lindo lugarcito de espera a pocos kilómetros del pueblo, fuera de esa basura - por ecuanimidad, hay que tener presente que tal situación antisocial la vimos en centenares de otros sitios, incluso, en medida limitada, en la Argentina, en la forma de una avioneta a baja altitud vociferando sus propagandas desde arriba, y en Vespuccia, donde cada camioneta vendedora de helados tiene un altoparlante electrónico que perforaría a través de cinco metros de hormigón.

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Día de espera.

De vuelta al pueblo, para las averiguaciones de siempre antes de cruzar una frontera.

Tratando de olfatear el cambio de la moneda salvadoreña para no dejarnos pelar vivos por un cambista callejero. La misma investigación antes de cada nueva moneda; empezando de total desconocimiento hasta cristalizar una opinión en base a estadísticas.

Comprado colones salvadoreños. ¿Cuántos comprar? Una lotería. ¿Quién sabe cuánto tiempo nos quedaremos en El Salvador?

Los billetes salvadoreños, de cualquier denominación, tienen todos, de un lado, una misma figura: una señora escritora o poetisa, con alta frente, sin arrugas, mejillas con tez de durazno, y una cabellera ondulante en el más romántico estilo. Ah, pero no, fijándose mejor, es ... Cristóbal Colón - bueno, es Cristóbal Colón imaginado por alguien, pero con cara de cualquier cosa menos de navegador intrépido, iluminado por la inspiración y agobiado por las responsabilidades.

Tratando también de averiguar si nafta y comestibles son más baratos aquí, en Honduras, o en El Salvador. La dificultad es encontrar gente que sepa juzgar en base a conocimientos ciertos y expresar su juicio.

Siempre nos maravillamos cómo gente que no sabe manejar sus propios pensamientos y sus propias vidas en general puede manejar una democracia, aunque sólo sea seleccionando sus representantes como agentes. Si, en las grandes empresas comerciales, los directores y los ejecutivos fuesen elegidos entre candidatos, en base a sus arengas y sus promesas oportunistas, por individuos no sabiendo nada de las tecnicalidades involucradas en la empresa y de las capacidades necesarias para manejarla - que es lo que ocurre en una democracia - las empresas comerciales no aguantarían una temporada.

Volviendo al tema; en base a estadísticas destiladas de todos niveles de contradicciones, y aplicando un coeficiente de aparente claridad mental de los >>>>>>>>